Para entender por qué hablamos de dolor en el proceso de la IVE, más allá de sus implicaciones con las creencias de cada quién y la realidad político social que envuelve a la mujer, hay que echar una ojeada a las etapas que componen este proceso.
Según se viva cada una de ellas el aborto voluntario tendrá consecuencias más o menos graves, tendremos que afrontar un duelo gestacional más o menos intenso.
Dichas etapas son:
- Las causas que llevan a un embarazo no deseado
- La toma de decisiones
- La IVE médica en sí
- El duelo gestacional consecuente.
En este artículo comentaré las 3 primeras, dejando el duelo por IVE como un capítulo a parte (desarrollado en los dos siguientes posts).
Cada parte del recorrido es importante, pero hay que prestar especial atención a la toma de decisiones.
1. Embarazo no deseado o inesperado.
¿Por qué una mujer se queda embarazada sin esperarlo?
Nótese que no pongo “sin desearlo” porque a menudo el deseo es ambiguo: se quiere y no se quiere.
A primera vista hay dos explicaciones: se tomaron medidas y no funcionaron (se dan casos) o no se tomaron medidas de prevención sexual.
En este segundo caso deberíamos preguntarnos: ¿Por qué? Las voces sociales hablan directamente de irresponsabilidad, pero he conocido a muchas mujeres muy responsables, de hecho excesivamente responsables, que no tomaron precauciones.
A mi modo de ver hay dos posibles causas:
- Se juega a nivel inconsciente con una ambivalencia de querer ser madre (hay un deseo real de ser madre aunque las circunstancias no sean favorables), y ese deseo oculto va a ser el que nos impida tomar precauciones…
- Y la otra causa, mucho más habitual y preocupante, es la falta de empoderamiento de la mujer: la incapacidad de decir no a su pareja cuando se están cometiendo conductas de riesgo sexual.
Si este es el caso, la mujer ya va a sentirse culpable durante la toma de decisiones (porque “se dejó embarazar”).
No entramos aquí ya en otra temática como sería la falta de educación sobre prevención sexual y reproductiva o la falta de acceso a medios anticonceptivos que se podría dar en muchos países del mundo, por no hablar de casos extremos de violaciones (que a menudo siempre son los que se ponen como justificante de la IVE sin ser los casos más comunes)
En resumen: ya en el embarazo no deseado hay un mundo psico-social que está influyendo en la mujer que se encuentra en esta situación.
2. La toma de decisiones.
Es una de las etapas más duras de este proceso. Cuando lo mujer se encuentra en la disyuntiva de decidir si seguir con el embarazo o no.
Una de las cosas más crueles que se pueden decir a la mujer que ha abortado voluntariamente es: ¿por qué lloras si lo elegiste?
Vamos a ver las características de esta elección:
IMPLICA A LA MUJER EN SU TOTALIDAD:
Somos seres multidimensionales y multirrelacionales, y la decisión de interrumpir el embarazo va a poner en diálogo a todas esas dimensiones, y si hay voces contradictorias, estas contradiciones saldrán después en el duelo post-IVE
TIENE UN FUERTE COMPONENTE ÉTICO Y LEGAL:
Abortar es un acto que abre un debate ético nunca cerrado.
Durante siglos se consideró como algo moralmente malo y reprobable, y hoy en día ese pensamiento sigue en el subconsciente social y colectivo.
Pero ya digo que es un debate nunca cerrado porque depende de las creencias de cada quien (sobre el inicio de la vida humana), y a esas creencias no puede dar respuesta la ciencia, sino que es un tema a responderse en la intimidad personal.
Pero la decisión va a implicar que afrontemos si para nosotros el proceso de la IVE es un acto bueno o no moralmente hablando. Y esas fronteras no están claras.
IRREVERSIBILIDAD:
Interrumpir un embarazo no tiene marcha atrás.
Por eso es una decisión trascendental.
Lo que perdemos, lo que decidimos perder es irremplazable.
Esta pérdida única es la que tendremos que saber gestionar.
LIMITADA EN EL TIEMPO:
La mujer que debe tomar esta decisión deberá hacerlo en una carrera contra el tiempo.
Tiempo apremiante, tiempo intenso y tiempo dilatado.
Hay que decidir rápido, eso nos pone en una situación de estrés (intensidad) que hará que las horas parezcan días y los días, vidas.
EL CUERPO EMBARAZADO:
El cuerpo embarazado que es ya un cuerpo distinto.
Ya desde el inicio de la gestación el cuerpo generará gonadotropina (HCG), lactógeno de placenta humana, estrógeno y progesterona.
Un mundo de cambios de humor van a sacudir la psique y el cuerpo de la mujer.
También tenemos estudios de lo que se conoce como microquimerismo: desde la cuarta semana existe un intercambio bioquímico entre el embrión y la madre, un intercambio celular que hará que la misma mujer reciba células del embrión que permanecerán en ella muchos años después.
Es decir, hay una memoria celular en la mujer a nivel físico de ese embrión casi de por vida.
PARTES IMPLICADAS:
Aunque la mujer es la que habitualmente tiene la última palabra, en la toma de decisiones cabe tener presente a la pareja, y también influirán en ella el entorno familiar y de amigos (a menudo poniendo una fuerte presión en un sentido u otro).
POCA INFORMACIÓN:
La mujer que se encuentra ante un dilema de este tipo debería tener toda la información en los centros de salud sobre dicho proceso, ayuda en la toma de decisiones, información detallada sobre dónde acudir para realizar su IVE y en último término, qué puede esperar después, teniendo en cuenta todo el proceso.
Debe poder entender lo que le está sucediendo y qué implicarán sus decisiones.
Esto, sencillamente, en la mayoría de casos no se da. Se informa en todo caso de la parte médica pero no del coste psico-emocional.
Visto este panorama completo, en el momento de afrontar la IVE no es inusual que la mujer vaya a realizar el procedimiento médico con muchas dudas, miedos e incertidumbres.
3. La IVE médica.
Esta parte del proceso también suele ser crucial.
En los países donde es legal se deberán cumplimentar una serie de trámites que resultan agotadores de por sí.
Y normalmente se hará en medio de la clandestinidad y el secretismo del entorno.
Si se opta por la IVE farmacológica en las primeras semanas del embarazo no es inusual que el sangrado, que se informa previamente como una “regla” intensa, sea mucho más abundante y doloroso de lo esperado.
La mujer a menudo se encuentra sola en casa sin apoyo alguno y sin saber si lo que le está pasando entra dentro de lo normal.
Y en el caso de las IVES quirúrgicas, suponen un proceso invasivo que muchas veces no es fácil de afrontar.
En definitiva, estamos en un marco que predispone a que, una vez pasadas estas etapas, la mujer sea incapaz de “volver a su vida normal”.
Iniciamos así la última y no menos dolorosa etapa de la IVE: la gestión del dolor que todo este proceso puede haber implicado, la gestión de la pérdida, no sólo del futuro hijo, sino de la propia maternidad, y en muchos casos, de la propia autoestima como mujer.
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Eva Puig
Experta en duelo gestacional y perinatal por la Escuela Stillbirth Support
Filosofa, investigadora y acompañante en duelos por aborto voluntario
Fundadora y Directora general en Proyecto Kora