El papel de la mujer y su situación en una sociedad androcéntrica y patriarcal.
Así como afirmé que centrar todo el tema de la IVE en el debate ético era olvidarse de su extrema complejidad pero que tampoco podíamos pasarlo por alto, también sostengo que nos hace falta una mirada histórica sobre el aborto voluntario para poder entenderlo y situarlo en un horizonte temporal y cultural. Y esa mirada histórica no sólo abarca el concepto del aborto y de la lucha feminista por el derecho a decidir, sino que va más lejos, tiene que abarcar una mirada sobre cuál ha sido el papel de la mujer y su situación dentro de la sociedad, y no una sociedad “en abstracto”, sino en un sistema cultural marcadamente androcéntrico y patriarcal.
Para entender las implicaciones profundas que puede tener una IVE en la mujer y en la sociedad que la rodea cabe echar una mirada al pasado y preguntarnos de dónde venimos y quiénes hemos sido.
Primer marco a tener en cuenta: el patriarcado.
Todas nosotras y nuestras antepasadas hemos crecido en un sistema patriarcal.
Muchas definiciones hay sobre el término pero me quedo con la de Christiane Northrup: “el patriarcado es un sistema de dominación del hombre sobre la mujer, del adulto sobre el niño, de la mente sobre el cuerpo, Valora la mente por encima de lo emocional, lo instintivo y la guía interior”.
En este sistema la mujer es vista como incompleta (menos que el hombre), portadora de la culpa (desde el mito bíblico de Eva) y como propiedad del hombre.
Literalmente, su cuerpo, y por ende su fertilidad no le pertenecían.
Y todo este sistema se hallaba sostenido por un corpus de creencias religiosas que sitúan cualquier intento de control ( y disfrute) de la propia sexualidad como pecaminosas o, en el caso del aborto, de criminales.
Esto es importante: durante siglos ha existido una visión de la mujer que ha conformado un inconsciente social y colectivo que aún perdura en nuestros días, a pesar de los cambios realizados en algunas de nuestras sociedades a nivel legal.
En resumidas cuentas, a la mujer que ha abortado durante los últimos milenios, se la ha criminalizado socialmente e incluso, a nivel individual, ésta ha interiorizado una culpa.
La heridas de nuestras antepasadas que no han cicatrizado vienen a unirse a un campo de resonancia de dolor, a un cuerpo femenino de dolor (E. Tolhe) que nos afecta a todas las mujeres actualmente.
Segundo marco: la lucha por el derecho a decidir y la legalización del aborto.
En España, el aborto se legaliza en una ley de supuestos en 1985 y en una ley de plazos en 2010.
Pero esa ley siempre es cuestionada, siempre aparece un partido que quiere derogarla o cambiarla como ocurrió recientemente en 2014 bajo el gobierno del PP.
Lo personal es político y la política institucional la llevan los hombres en su mayoría.
Planteo una pregunta: qué son apenas 30 años de legalización frente a, como mínimo 3000 años de sumisión de la mujer al hombre?
Se ha dado un primer paso, e importante, para cambiar la situación de la mujer, pero no somos conscientes que lo importante es ir al fondo y ayudar a esa mujer a darse cuenta de las creencias que habitan en su subconsciente individual y colectivo.
Y más allá…
Del derecho a decidir deberíamos seguir avanzando al derecho a decir.
En inglés lo leí hace poco: “Not only pro-choise, but also pro-voice”.
Porque hoy en día el dolor que puede causar un aborto se silencia, no se autoriza, obligando literalmente a la mujer que lo pasa a vivir un infierno de aislamiento y culpa.
Donde hay silencio hay culpa.
En ese sentido el siguiente paso es el de dar voces a las mujeres que pasaron por una IVE, darles un espacio donde entender su dolor, autorizarlo y poder transitarlo.
Hay que crear nuevas narraciones de los propios abortos para que otras mujeres tengan referentes, y ampliar las reflexiones a otros campos que no sean sólo el de la ética y la política.
Pero no olvidemos que desde un punto de vista histórico, los cambios son muy recientes y que seguimos bajo un sistema marcadamente patriarcal.
Legalizar la IVE es un paso esencial e importante, pero queda todo por hacer a nivel de creencias profundas, individuales y colectivas.
Eva Puig
Experta en duelo gestacional y perinatal por la Escuela Stillbirth Support
Filosofa, investigadora y acompañante en duelos por aborto voluntario
Fundadora y Directora general en Proyecto Kora
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