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19/12/2018 By Monica Deja un comentario

Entrevista a la autora de «Acunando la luna, despertando al sol»

 

No voy a presentar a Maria Andrea, porque ya lo ha hecho ella muy bien.

Sólo quiero compartirte la dedicatoria que me puso en el libro que me envió:

«Un homenaje a todas las mujeres de nuestros linajes y que todo su dolor sea transformado en nuestro potencial de luz».

Que así sea.

 

¿Puedes presentarte brevemente, por favor?

Mi nombre es María Andrea García Medina. Soy mamá de Juan Francisco de 21 años. Soy psicóloga clínica integrativa, especializada en familia, con orientación sistémica, y actualmente desde la teoría de las Constelaciones familiares sistémicas de Berth Hellinger, que incluye la visión desde el estudio del transgeneracional.

Además, soy facilitadora de Círculos de mujeres y de círculos de expresión a través del arte.

A partir de haber escrito «Acunando la Luna, despertando al Sol», me he dedicado a investigar, asistir y comprender el dolor de las madres, padres y familias por la pérdida de un hijo tempranamente. Actualmente estoy formándome en la Escuela Stillbirth Support.

 

¿Puedes presentarnos tu libro?

Acunando la Luna, despertando al Sol, es un libro de Ensayo y testimonial.

Cuenta también con una guía de intervención en duelo, muy práctica para Círculos de mujeres. Una guía muy detallada y amorosa sobre procesos de acompañamiento.

 

¿Cuál es la historia del libro?

Lo que me ha llevado a escribir es la historia de mi vida, la búsqueda de mis hermanos no nacidos, que fueron “secretos familiares”.

Ha sido un desafío y una gran oportunidad de darle un lugar a mis hermanos, necesitaba integrarlos y reconocerlos.

Sólo dándoles su lugar, yo puedo ocupar mi lugar, es decir, “tomar la vida”, tomar mi propia vida plenamente.

 

¿Qué tiene tu libro que lo hace tan especial?

Lo que lo hace especial creo es justamente el enfoque de las Constelaciones Familiares Sistémicas, donde nuestros hijos y nuestros hermanos deben ser incluidos, nombrados, reconocidos, recordados, y honrar sus cortas memorias.

De esto se desprende lo fundamental de realizar el duelo, y darle a cada uno de los hijos la legitimidad de su propia existencia, el derecho y el merecimiento de su propia vida, y su lugar de pertenencia en el sistema familiar.

Tanto a los hijos nacidos como a los no nacidos.

Todos son nuestros hijos y nuestros hermanos y lo serán para toda la vida.

Cada uno tiene un don y un regalo para el sistema familiar.

 

 

¿En qué formatos lo encontramos?

Lo encontramos en formato digital por Amazon, en todas partes del mundo.

Si no, en Argentina, lo encuentras en Buenos Aires, en su editorial «Autores de Argentina», o me escriben a mí, y yo lo envío como encomienda a cualquier punto del país.

 

¿Si fueras tú la entrevistadora, que te gustaría que te preguntara?

Me gustaría que me preguntaras, un tema del que no se habla demasiado, que es el tema de los hermanos, justamente ahora se lo llama embarazo “arcoíris” o niños “arcoíris”, y salvando esta cuestión de cierta idealización, quisiera hacer hincapié en que si no se trabaja el duelo en profundidad, el próximo hijo se convertirá en hijo de “sustitución”, o Síndrome de “yacente”, concepto de Sallomón Sellam, piscoanalista francés.

Estos niños muestran carencias afectivas importantes, ya que su madre o sus padres, en vez de verlo a él, ven al hermano muerto a través de él. Por lo tanto, en muchos casos sienten que esa corriente de amor y ternura no está dirigida a él, sino a su hermano muerto. Entonces el amor es vivenciado como una carencia, sienten cómo que ellos realmente no fueran legítimamente destinatarios de ese amor. Y los acompaña la culpa de haber sobrevivido a su hermano, conceptualmente es el “síndrome del sobreviviente”.

Y es fundamental cómo se transmite el amor, y el derecho a tomar la propia vida, por lo cual digo, que la dimensión del duelo interrumpido en cualquier etapa tiene consecuencias, para la madre, el padre, los hermanos, y las generaciones por delante.

 

¿Podrías recomendarnos otro libro?

Tengo dos libros para recomendar, uno es de tu autoría Mónica Álvarez, «¿A dónde van nuestros hijos, cuando se nos van tan pronto?” Que es una obra de arte, verdaderamente.

Y recomiendo también el último de Julia Bernal Arroyo, “Toda una vida para honrarte y recordarte”. Que es el resultado de trabajo en equipo de muchas mujeres, madres, colegas, una hermosa obra también, para recomendar. (en breve entrevistaremos también a Julia)

Maria Andrea García Medina

 

 

Muchas gracias a Maria Andrea García Medina, por compartirnos un trocito del espíritu de su libro «Acunando la luna, despertando al sol».

Y gracias a ti, por leernos. Si te gustó, te invito a compartir.

Accede desde aquí al enlace del libro en versión kindle, en Amazon España:

Publicado en: Duelo gestacional y perinatal, Libros, Lo espiritual, Nuestras alumnas, Rituales

13/12/2018 By Monica 4 comentarios

Capítulos 1, 2 y 3. ¿A dónde van nuestros hijos?

 

A continuación, puedes leer los tres primeros capítulos.

1. Una pregunta clave

Fue la primera que me hice. Siempre hemos preguntado qué hay después de la vida. A lo mejor la clave está en preguntar «¿qué hay antes?».

¿De dónde vienen nuestros hijos antes de venir?

Dicen que somos viajeros en el tiempo, que vamos atravesando vidas, haciéndonos más sabios a medida que acumulamos experiencias. Que una vez nacemos como hombre y la siguiente como mujer. Que hay una etapa entre vidas (2) en la que esperamos mientras procesamos lo vivido y vamos decidiendo qué asignaturas escogeremos en la escuela de la vida que marcarán nuestra trayectoria vital en la siguiente. En algún momento se decide también cuánto ha de durar nuestra siguiente vida. A grandes rasgos, esto es lo que explicaba el filósofo Platón en su escuela de Atenas. (3)

Yo no sé qué sentido tiene encarnar para vivir tan poco. Puede que sea una lección a aprender para los padres o porque el ser de luz que encarna necesita realizar el aprendizaje que supone vivir durante tan poco tiempo…  O tal vez las dos.

Es un misterio y como tal, es incomprensible. Y lo cierto es que en esa “incomprensibilidad” es donde radica su encanto.

El caso es que ese ser que anida en nuestro vientre y al que cariñosamente llamamos «bebé» es en realidad un alma vieja realizando una etapa más de su viaje milenario.

No quisiera aquí estropearos la ilusión de pensar en vuestro bebé al presentároslo cómo un anciano, porque en realidad la vejez como tal es un término humano. Y en realidad las almas no tienen edad, no al menos como lo imaginamos con nuestras pequeñas mentes.

A mí me gusta referirme a ellos (o a ellas) como «seres de luz».

Dicen también (esto creo que fue cosa de Einstein) que estamos compuestos de materia y energía. Tras la muerte, dejamos atrás nuestra parte material y lo que queda de nosotros es energía, luz. Precisamente lo que éramos antes de nuestro nacimiento.

De mis muchas lecturas encontré una idea que me gustó mucho, que viene a decir que nosotros pensamos que somos cuerpos con un con alma, pero que en realidad somos almas con cuerpo. Cada una que saque su conclusión.

Tengo muchas amigas que se refieren a sus hijos como «angelitos». Los ángeles son también seres de luz, aunque quienes entienden de esto explican que ellos ya no necesitan viajar entre vidas porque ya aprendieron lo que necesitaban y en algún momento «ascendieron» de escalafón en la jerarquía que tienen los seres de luz.

De todas formas, puedes imaginar que tu hijo es un ángel si te hace bien. Ya dije al principio que esto no tiene ninguna base científica (ni nada similar) y cada uno es libre de utilizar su imaginación como le plazca para encontrar respuestas a sus preguntas sin respuesta.

Siempre y cuando no hagamos daño a nadie y sea beneficioso para nuestra psique y nuestra vida diaria.

Y la vida que vayamos a tener de aquí en adelante.

 

En psicoterapia a esto se le llama «crear una fantasía de curación».

Lo importante es que lo que imagines te sirva, te ayude, te sane. Esto es lo básico, lo fundamental. Lo demás es accesorio.

Yo creo que antes de nacer y después de morir somos cúmulos de energía. No acierto a comprenderlo en realidad, más que una certeza es una intuición. Necesitaría una mente con mucha más capacidad para poder abarcarlo. Sólo puedo imaginar un mundo semejante al nuestro porque no me da para más la imaginación.

 

2. Un sueño y un “despertar”.

Una vez soñé que llegaba a una gran casa blanca. Íbamos en coche por un camino de piedras blancas también, atravesando el jardín. En la casa me esperaban un montón de amigos contentos de volver a verme. Yo también estaba feliz con el encuentro, charlando con unos y con otros, sabiendo que estaba de visita, que me tendría que ir pronto y que tardaría en volver a verlos. Fue como un alto en el camino en la vorágine de la vida (estaba pasando una mala época) que me sirvió para cargar pilas y despertar con el corazón y el alma reconfortados. Es como si en sueños mi ser de luz hubiera viajado al cielo, a reunirse con el resto de seres de luz, con mis hermanos y amigos, aquéllos con quienes me voy encontrando entre vidas. Como una gran reunión con personas a las que hace tiempo que no ves y cuya presencia te hace mucho bien. Yo sabía en todo momento que estaba de visita, que no era “mi” lugar.

Dicen que al nacer también realizamos un duelo porque nos despedimos de todos esos seres que están con nosotros (la familia del alma, le llaman). A algunos nos los encontraremos de nuevo en el transcurso de nuestras vidas. Igual serán nuestros hermanos más pequeños, compañeros del cole, amigas de toda la vida… Tal vez algunos algún día serán nuestros hijos o nuestros nietos… A otros tal vez no los veamos en esta vida. A esto se le une la alegría de reencontrarnos con quienes son nuestro padre, nuestra madre, nuestros hermanos… Tal vez los despedimos hace años sin saber cuándo volveríamos a verlos.

Tal vez el cielo es así, un lugar agradable al que vas a ver a tus viejos amigos del alma, sabiendo que es por un tiempo y que luego te irás.

Oye, visto así, qué parecido es ese cielo a la vida, ¿no?

No sé si me estoy yendo por las ramas, pero necesito explicar lo que he leído que pasa antes, durante y después de la vida, para intentar comprender por qué (o para qué) nuestros pequeños se van tan pronto.

 

3. ¿Nuestros hijos nos eligen? ¿Elegimos un día a nuestros padres?

Volviendo al tema de los hijos, yo suelo decir que los hijos nos eligen Y también que nosotros como hijos elegimos a nuestros padres. Todos tenemos elecciones que aprender de todos. Tal vez tenemos cuentas pendientes que se forjaron en otra vida. Tal vez en ésta decidimos aprender esto o aquéllo y elegimos de antemano a quienes nos acompañarán o a quienes serán nuestros maestros Y esto no es nada que diga ninguna escuela esotérica moderna. Esto lo dijo Platón, uno de los filósofos más importantes y con más credibilidad de nuestra era.
No me cabe la menor duda de que mis hijos son para mí mis mayores maestros, incluso los que se quedaron tan poquito.
Sí, son almas viejas, rezumando sabiduría, que sólo esperan que les demos amor, cariño y un entorno adecuado para poder crecer, desarrollarse y recordar su misión y lo que vinieron a enseñarnos.

Los que se van tan pronto, que nos parecen tan pequeños, tan frágiles… son en realidad seres amorosos que han elegido vivir en nuestro vientre, por un lapso tal vez demasiado corto de tiempo.

 

 

Mónica Álvarez Álvarez

Psicóloga (Nº de colegiada N-01500)

Terapeuta de Pareja y Familia.

Pionera en duelo gestacional y perinatal desde 2005

 

Accede aquí a la Presentación del libro.

Accede aquí a la Introducción del libro.

Este libro se adquiere desde Amazon, desde el país en el que estén. Si estás en España puedes adquirir tu libro en kindle o en papel desde los siguientes enlaces:

Publicado en: Libro ¿A dónde van nuestros hijos?, Libros, Lo espiritual

13/12/2018 By Monica Deja un comentario

Introducción del libro «¿A dónde van nuestros hijos?»

 

Lo cierto es que no sé a dónde van, pero me gusta imaginar que van a un lugar hermoso en el que no hace frío y siempre brilla el sol.

A todos los papás y las mamás que tenemos algún bebé estrella nos gustaría saber qué ocurre con estos hijos que se van tan pronto, si «tendrán derecho» a disfrutar de un trocito de cielo, si serán felices allí, si nos verán por una ventanita…

Estas preguntas parecerán banales a cualquiera que las lea, pero para nosotros, los papás y mamás de bebés estrella son importantes.

Yo ciertamente no tengo respuestas. Durante años leí, escuché, medite y llegué a 3 conclusiones:

  1. Que necesitaba saber
  2. Que no iba a encontrar respuestas científicas y seguras al 100% para esto.
  3. Que necesitaba crear un mundo en el que habitaran mis niños de agua (1), aunque sólo fuera en mi imaginación.

Así que me puse manos a la obra.

Aviso, esto que vas a leer no es un tratado científico ni un manual religioso. Es lo que a mí me sirve. Tú podrías estar o no de acuerdo. Tal vez te sirva para imaginar tu propio lugar especial al que van nuestros niños cuando se nos van tan pronto.

Lo que viene a continuación es lo que me hubiera gustado leer a mí cuando andaba buscando respuestas que nadie me podía dar. Espero que te sirva.

 

Mónica Álvarez Álvarez

Psicóloga (Nº de colegiada N-01500)

Terapeuta de Pareja y Familia.

Pionera en duelo gestacional y perinatal desde 2005

 

 

¿Te gustaría leer gratis los primeros 3 capítulos?

Clica aquí y accede a ellos.

 

Si quieres adquirir tu libro en papel, puedes hacerlo desde Amazon aquí:

Publicado en: Libro ¿A dónde van nuestros hijos?, Libros, Lo espiritual

13/12/2018 By Monica Deja un comentario

Descubre el libro ¿A dónde van nuestros hijos cuando se nos van tan pronto?

 

Uno de cada cuatro embarazos termina en pérdida.

Muchas familias viven el dolor de no haber conocido a alguno de sus hijos y pasan viviendo esa ausencia el resto de sus días.

Pero esto no tiene por qué ser una experiencia de muerte. Puede convertirse en una experiencia transformadora, de sanación, de vida, si se sabe cómo hacerlo.

Mónica Álvarez acompaña en su trabajo a muchas familias que quieren transitar sus duelos y transformar sus vidas para siempre.

También trabaja con profesionales que acompañan a estas familias para que puedan darles el mejor trato posible.

En este libro desglosa la parte más espiritual de las pérdidas.

«¿A dónde van nuestros hijos cuando se nos van tan pronto» pretende precisamente dar respuesta a preguntas tan complicadas de resolver.

A través de su propia fantasía de curación, la autora lleva al lector de la mano por un mundo que no le dejaré indiferente y que, seguro, que le muestra un poco de luz y de calma en su vacío.

Prueba de ello son las muchas madres que han querido compartir sus historias en la segunda parte de este libro tan especial.

Es el 1er libro que Mónica Álvarez Álvarez publica en solitario sobre la temática del duelo gestacional y perinatal.

Los dos primeros (coescritos con otros profesionales) fueron «La cuna vacía. El doloroso proceso de perder un embarazo» (Ed La Esfera de los Libros 2009) y «Las voces olvidadas. Las pérdidas gestacionales tempranas» (Ed Ob Stare, 2012).

También publicó con Amazon en 2012 el libro «El ombligo de Atenea. Arquetipos, roles femeninos y mujeres del siglo XXI», así como otros libros de diferentes temáticas.

En la actualidad trabaja como divulgadora desde su página web DueloGestacionalyPerinatal.com y como formadora de profesionales de la maternidad desde la Escuela Stillbirth Support.

Accede desde aquí a leer la Introducción.

Accede desde aquí a leer los 3 primeros capítulos.

 

Si además te gustaría acceder al libro en kindle, clica en la imagen:

Publicado en: Libro ¿A dónde van nuestros hijos?, Libros, Lo espiritual

09/11/2018 By Monica Deja un comentario

Conclusiones. Queda todo por hacer. ¿Juzgamos o ayudamos?

 

Conclusiones.

Aquí termina esta serie de artículos, este curso que lo único que pretendía era abrir horizontes, hacer reflexionar sobre la complejidad implícita en un proceso de IVE.

 

Hemos visto muy por encima temas centrales como:

  • La estructura del proceso de interrupción voluntaria del embarazo
  • El duelo gestacional que lleva implícito
  • Su problemática
  • Su dimensión histórica y ética
  • La visión de la mujer desde un punto de vista holístico y
  • La violencia obstétrica en este campo.

 

Todos y cada uno de estos temas merecerían ser tratados con más profundidad.

Pero el objetivo de este curso era ofrecer una vista panorámica, hacerte reflexionar sobre, quizás, el último gran tabú que afecta a la mujer.

El campo para empezar a hablar de la IVE y encuadrarla en los duelos está preparado: en los últimos 40 o 50 años empezaron a aparecer los primeros libros sobre el duelo. En los últimos 10 años en España y de la mano de profesionales como Mónica Álvarez o M. Àngels Claramunt se empezó a investigar el llamado duelo gestacional y perinatal (término acuñado por Mónica), abriéndose así un campo dentro de la recién nacida psicología perinatal. El siguiente paso, del que este curso pretende ser un precursor, es empezar a incluir en el duelo gestacional el duelo post-IVE.

Es en ese sentido que digo que el terreno está abonado y que tal vez ha llegado el momento histórico en que podemos empezar a hablar de este tipo de duelos (como profesionales) y a sanarlos (como mujeres que pasaron por esta experiencia).

 

En una entrevista que me hizo hace poco Maria Andrea García Medina, le comentaba que respecto a la IVE queda todo por hacer. Y ese “hacer” implica dos dimensiones: queda todo por PENSAR y queda todo por SENTIR.

Necesitamos un nuevo discurso sobre la IVE, repensar el proceso, ampliar su marco… y, a la vez, necesitamos acceder al sentir profundo de cada mujer, autorizarla a sentir, darle un espacio donde se dé permiso para sentir y sentirse en toda la complejidad de esta experiencia tan difícil. Hasta ahora, solo hemos RESENTIDO nuestros abortos y nuestro dolor. Es el momento para un nuevo cambio de paradigma.

 

¿Juzgamos o ayudamos?

Cada una decide.

Yo hace tiempo que decidí suspender el juicio para empezar a escuchar.

Te aseguro que vale la pena.

 

Termino este curso agradeciendo, no sólo a Mónica Álvarez Álvarez por el espacio que me dio en su proyecto, sino también  a todas las mujeres que se cruzaron en mi camino y me contaron sus historias y su experiencia.

A todas aquéllas que tuvieron la valentía de transitar sus duelos que nadie les reconocía.

Sin vosotras, estos artículos nunca hubieran visto la luz.

Gracias. Seguimos hacia adentro. Con el korazón.

Eva Puig

Experta en duelo gestacional y perinatal por la Escuela Stillbirth Support

Filosofa, investigadora y acompañante en duelos por aborto voluntario

Fundadora y Directora general en Proyecto Kora

 

 

 

Publicado en: Aborto espontáneo, Curso IVE: Duelo por aborto voluntario, Eva Puig, General

28/04/2018 By Monica 4 comentarios

Lo que una madre en pérdida gestacional y perinatal necesita de un/a profesional es:

Cuando una madre recibe la noticia de que su hijo ha muerto en su vientre.

 

No necesita que te quedes paralizada por el dolor.

Ni que le digas «eres muy joven, ya tendrás otro».

No necesita un mal servicio por tu parte, porque no sabes qué tienes que hacer o qué decirle.

 

Lo que una madre en pérdida gestacional y perinatal necesita de una profesional es:

 

Un buen apoyo emocional para parir a su hijo.

Saber que PUEDE parir de forma fisiológica con el apoyo emocional necesario.

Que un legrado tiene efectos secundarios importantes.

Que no tiene por qué forzar un parto de forma inmediata.

Que un parto fisiológico es la mejor opción tanto física, como mental, como emocionalmente.

Que tiene derecho a pedir toda la información y el apoyo emocional que necesite.

Saber que puede despedirse tranquilamente de su hijo sin que le metan prisas.

Que puede fotografiarle y fotografiarse con él.

Que puede bañarlo o vestirlo.

Que puede presentárselo a quien ella crea necesario.

Que puede ponerle un nombre.

Que puede celebrar todos los rituales que necesite a lo largo de su vida para despedirse de él.

Que necesitarán (ella y su pareja) darse permiso para llorar, hablar, dormir, cantar, gritar, reír, bailar…

El duelo gestacional y perinatal es un proceso que se vive después de la pérdida de un bebé en el vientre o durante el parto hasta las primeras 24h de vida.

Los manuales le atribuyen una duración de un año, pero en realidad el duelo puede durar mucho más tiempo, pues la falta de un hijo y la añoranza que sentimos por él, duran toda la vida.

Si estás pensando en especializarte en el trabajo con madres en duelo, te invito a informarte sobre nuestros cursos.

Mónica Álvarez Álvarez

Psicóloga, terapeuta de pareja y familia.

Especialista y pionera en duelo gestacional y perinatal desde 2005.

https://DueloGestacionalyPerinatal.com/escuela-stillbirth-support/

 

 

 

 

Publicado en: Aborto espontáneo, Aborto provocado, Asesoras Stillbirth Support, Duelo gestacional y perinatal, Formación on line, General, Muerte perinatal

26/04/2018 By Monica Deja un comentario

Tema 8. Una mirada a la historia

 

El papel de la mujer y su situación en una sociedad androcéntrica y patriarcal.

Así como afirmé que centrar todo el tema de la IVE en el debate ético era olvidarse de su extrema complejidad pero que tampoco podíamos pasarlo por alto, también sostengo que nos hace falta una mirada histórica sobre el aborto voluntario para poder entenderlo y situarlo en un horizonte temporal y cultural. Y esa mirada histórica no sólo abarca el concepto del aborto y de la lucha feminista por el derecho a decidir, sino que va más lejos, tiene que abarcar una mirada sobre cuál ha sido el papel de la mujer y su situación dentro de la sociedad, y no una sociedad “en abstracto”, sino en un sistema cultural marcadamente androcéntrico y patriarcal.

Para entender las implicaciones profundas que puede tener una IVE en la mujer y en la sociedad que la rodea cabe echar una mirada al pasado y preguntarnos de dónde venimos y quiénes hemos sido.

 

Primer marco a tener en cuenta: el patriarcado.

Todas nosotras y nuestras antepasadas hemos crecido en un sistema patriarcal.

Muchas definiciones hay sobre el término pero me quedo con la de Christiane Northrup: “el patriarcado es un sistema de dominación del hombre sobre la mujer, del adulto sobre el niño, de la mente sobre el cuerpo, Valora la mente por encima de lo emocional, lo instintivo y la guía interior”.

En este sistema la mujer es vista como incompleta (menos que el hombre), portadora de la culpa (desde el mito bíblico de Eva) y como propiedad del hombre.

Literalmente, su cuerpo, y por ende su fertilidad no le pertenecían. 

Y todo este sistema se hallaba  sostenido por un corpus de creencias religiosas que sitúan cualquier intento de control ( y disfrute) de la propia sexualidad como pecaminosas o, en el caso del aborto, de criminales.

Esto es importante: durante siglos  ha existido una visión de la mujer que ha conformado un inconsciente social y colectivo que aún perdura en nuestros días, a pesar de los cambios realizados en algunas de nuestras sociedades a nivel legal.

 

En resumidas cuentas, a la mujer que ha abortado durante los últimos milenios, se la ha criminalizado socialmente e incluso, a nivel individual, ésta ha interiorizado una culpa.

La heridas de nuestras antepasadas que no han cicatrizado vienen a unirse a un campo de resonancia de dolor, a un cuerpo femenino de dolor (E. Tolhe) que nos afecta a todas las mujeres actualmente.

 

Segundo marco: la lucha por el derecho a decidir y la legalización del aborto.

En España, el aborto se legaliza en una ley de supuestos en 1985 y en una ley de plazos en 2010.

Pero esa ley siempre es cuestionada, siempre aparece un partido que quiere derogarla o cambiarla como ocurrió recientemente en 2014 bajo el gobierno del PP.

Lo personal es político y la política institucional la llevan los hombres en su mayoría.

Planteo una pregunta: qué son apenas 30 años de legalización frente a, como mínimo 3000 años de sumisión de la mujer al hombre?

Se ha dado un primer paso, e importante, para cambiar la situación de la mujer, pero no somos conscientes que lo importante es ir al fondo y ayudar a esa mujer a darse cuenta de las creencias que habitan en su subconsciente individual y colectivo.

 

Y más allá…

Del derecho a decidir deberíamos seguir avanzando al derecho a decir.

En inglés lo leí hace poco: “Not only pro-choise, but also pro-voice”.

Porque hoy en día el dolor que puede causar un aborto se silencia, no se autoriza, obligando literalmente a la mujer que lo pasa a vivir un infierno de aislamiento y culpa.

Donde hay silencio hay culpa.

En ese sentido el siguiente paso es el de dar voces a las mujeres que pasaron por una IVE, darles un espacio donde entender su dolor, autorizarlo y poder transitarlo.

Hay que crear nuevas narraciones de los propios abortos para que otras mujeres tengan referentes, y ampliar las reflexiones a otros campos que no sean sólo el de la ética y la política.

 

Pero no olvidemos que desde un punto de vista histórico, los cambios son muy recientes y que seguimos bajo un sistema marcadamente patriarcal.

Legalizar la IVE es un paso esencial e importante, pero queda todo por hacer a nivel de creencias profundas, individuales y colectivas.

 

Eva Puig

Experta en duelo gestacional y perinatal por la Escuela Stillbirth Support

Filosofa, investigadora y acompañante en duelos por aborto voluntario

Fundadora y Directora general en Proyecto Kora

 

 

Publicado en: Aborto provocado, Curso IVE: Duelo por aborto voluntario, Eva Puig, General

12/03/2018 By Monica Deja un comentario

Tema 7: Violencia obstétrica en el proceso de la IVE

 

En los últimos años se viene hablando bastante en España sobre la violencia obstétrica, sobretodo en relación al embarazo y al parto. Desde distintas asociaciones se ha luchado por el llamado parto humanizado o respetuoso y denunciado la llamada violencia obstétrica con respecto al mismo.

¿Y qué hay que decir sobre esta misma violencia en el aborto voluntario?

¿Se vulneran los derechos fundamentales de la mujer que decide interrumpir voluntariamente su embarazo?

¿Sufre la mujer violencia por parte de los profesionales de la salud, las instituciones y la sociedad?

 

Siguiendo a Juan Gervás en su artículo sobre la violencia obstétrica, vamos a ir viendo los distintos modos de la misma y qué podemos añadir sobre la IVE:

 

Violencia obstétrica biológica, física y farmacológica:

  • Es violencia obstétrica física cuando la mujer tiene que interrumpir su embarazo en condiciones higiénicas precarias jugándose la vida con ello. Esto se da sobretodo en los países donde la IVE es clandestina e ilegal.
  • También podemos hablar de violencia física cuando hay un manejo insuficiente o no manejo del dolor (tanto en IVES clínicas donde algunas mujeres me comentaron que oían a otras mujeres gritar “como si fueran al matadero”, como en IVES farmacológicas en casa donde a la mujer se le dijo que tendría “un dolor parecido a la menstruación” y terminó pasando por un verdadero calvario de contracciones, sola, sin saber si lo que estaba viviendo era normal o no).

 

Violencia obstétrica psicológica:

  • Es violencia obstétrica psicológica el silencio que se impone a la mujer que ha tenido que tomar esta difícil decisión.
  • O por el contrario, que se lleve directamente las consecuencias del aborto al llamado trauma post-aborto, llevando al terreno de lo patológico lo que debiera ser un proceso de duelo difícil, pero no una enfermedad.
  • Es violencia obstétrica psicológica llamar a la mujer que decide tomar esta decisión “asesina” cuando no sabemos cuándo empieza la llamada vida humana y eso entra dentro de las creencias de cada quien (como vimos en el artículo dedicado a la dimensión ética del aborto)

 

Violencia obstétrica social:

  • Es violencia obstétrica social cuando la sociedad que lucha por los derechos de la mujer a abortar no es capaz luego de darle la mano para que ésta afronte su dolor.  Quedando en muchos casos estigmatizada.
  • Es violencia obstétrica social cuando una mujer teme pronunciarse sobre el tema por miedo a las reacciones que pueda encontrar.
  • Es violencia obstétrica social el tipo de frases: “No sé por qué lloras, si tú misma lo elegiste”, cuando se tolera socialmente el dolor que pueden provocar otras decisiones también muy complejas de tomar (por ejemplo, un divorcio)

 

Violencia obstétrica institucional:

  • Es violencia obstétrica institucional  el desamparo al que se somete la mujer que decide tomar este camino, en el sentido de falta de información antes, durante y después del proceso de la IVE.
  • Es violencia obstétrica institucional no incluir el aborto voluntario entre las prestaciones públicas y/o autorizadas y, en caso de su prestación pública, el ofrecer exclusivamente la atención por el ginecólogo y no por el médico de cabecera y en el propio domicilio.
  • Es también violencia obstétrica institucional los comentarios fuera de lugar por parte de profesionales de la salud, que algunas mujeres que me contactaron tuvieron que soportar.

 

Violencia obstétrica mixta:

  • Desgraciadamente, nunca se da una violencia sola, sino que en general se da una combinación de todas las anteriores, siendo una gran  carga emocional, física y espiritual la  que tiene que soportar la mujer en solitario

 

Violencia obstétrica simbólica:

  • Esta se da cuando la misma mujer defiende la violencia que se le está aplicando. En el caso de la IVE es grave, pues las mujeres que interrumpen su embarazo, a menudo en circunstancias muy difíciles (no me cansaré nunca de remarcar este punto) creen que ellas mismas se merecen todas las violencias antes mencionadas.
  • La mujer llega a creer que ella se merece todos los abusos por los que está pasando.
  • A mi modo de ver, esta es la más grave de todas las violencias ya que la mujer que las sufre, al sentir que se lo merece, no va a luchar para poder cambiar las cosas, perpetuándose esta violencia generación tras generación.
  • Porque terminan siendo las mismas mujeres quienes aplican la violencia a otras.

 

En definitiva, dentro de toda la complejidad que implica el proceso de la IVE, vemos que además, en él, la mujer será sujeto de violencia en múltiples ámbitos, con el agravante, en muchos casos, de haber interiorizado esta violencia “como normal”.

En ese sentido, queda mucho por hacer.

 

 

Eva Puig

Experta en duelo gestacional y perinatal por la Escuela Stillbirth Support

Filosofa, investigadora y acompañante en duelos por aborto voluntario

Fundadora y Directora general en Proyecto Kora

 

 

Publicado en: Aborto provocado, Curso IVE: Duelo por aborto voluntario, Eva Puig, General

30/11/2017 By Monica Deja un comentario

Tema 6. El debate ético sobre el aborto.

 

Aunque no sea el centro de esta investigación, dejar de lado este debate supondría falsear el resultado en su conjunto.

 

El centro de mi investigación sobre el proceso de la interrupción voluntaria del embarazo no es su dimensión ética. Pero es obvio que no podemos tratar el aborto inducido sin dedicarle al menos unas palabras a las cuestiones éticas que plantea. Sería falsearlo, como también es falsearlo centrar toda la cuestión de la IVE en el debate sobre su legitimidad.

 

No es el centro de mi investigación por dos razones:

1. Porque casi todo lo escrito sobre la IVE se centra en defenderla o en condenarla (la bibliografía es extensísima al respecto) con lo cual prefiero mirar ahí donde nadie mira, donde no está el foco de atención puesto, en los claroscuros de la IVE.

2. Porque, finalmente, el debate ético entre dos personas con visiones opuestas suele ser absolutamente estéril e irreconciliable, por las razones que veremos a continuación.

Algo a remarcar de este debate es también lo acalorado que resulta. Dos personas que se encuentran y empiezan a discutir sobre el aborto terminarán a menudo en un diálogo de sordos donde ambas partes defienden con pasión su postura.

Los niveles de intolerancia hacia el prójimo se disparan.

Deberíamos plantearnos también a qué herida responde tanto ardor. Tanta pasión en un debate no deja de encerrar mucho dolor que seguramente viene de lejos, de generaciones de mujeres que han sufrido por esta cuestión (el aborto, la maternidad, la libertad de sus cuerpos).

 

¿Cuál es la cuestión ética última sobre el debate del aborto?  La siguiente:

¿Cuándo empieza la vida humana?

¿Cuándo podemos empezar a hablar de persona, y por lo tanto, de sujeto de derecho (con derecho fundamental a la vida)?

Según se responda a esta pregunta tendremos las dos posiciones básicas respecto a la IVE.

Para los que defienden que podemos hablar de persona desde la fecundación, toda interrupción será equiparable a un asesinato.

Y para los que defienden que sólo adquiere estatuto de persona después del nacimiento, el aborto será una opción absolutamente legítima de la mujer embarazada (también hay las opciones intermedias que considerarían sujeto de derecho al feto pero no así al embrión, permitiéndose la IVE hasta el tercer mes de embarazo).

 

¿Quién responde a esa pregunta?

Tradicionalmente ha sido, en el mundo occidental, la religión cristiana  quién ostentaba el monopolio de la respuesta: toda vida (desde su inicio) pertenece a Dios y sólo Dios puede quitarla.

Pero en nuestra sociedad, se pretende que la nueva religión pagana dé la respuesta: la Ciencia es quien tiene que responder cuál es el origen de la vida humana.

Y todos los argumentos a favor o en contra van por la vía científica.

Pero el problema es más profundo: la pregunta sobre cuándo podemos empezar a hablar de persona, no es una pregunta científica y la ciencia nunca podrá responder a ella.

Es una pregunta filosófica, personal, íntima… a la que cada quien, a la que cada mujer en concreto, deberá responderse a sí misma.

Es un tema de creencia personal, de sentir personal.

Como la pregunta sobre la existencia de Dios: ni la ciencia ni los argumentos racionales lograrán convencer a nadie de que Dios existe o no existe, es un tema de sentir personal al que luego añadiremos argumentos  racionales, científicos…que refuercen nuestra creencia, pero estos nunca serán definitivos, objetivos ni universales.

 

Y el segundo debate ético relacionado con el aborto, y derivado del primero plantea dos cuestiones:

1.Los límites de la libertad personal (de la mujer que hace lo que quiere con su cuerpo).

2.Y los límites del estado a la hora de legislar sobre esta cuestión. ¿Cuándo un tema de opción personal se vuelve tema de legislación política? En otras palabras: ¿es legítima la legislación en contra del aborto? ¿Puede y debe el estado entrar en la esfera de una decisión personal sobre las creencias de la mujer y lo que ésta decide sobre su vida y su cuerpo? Nuevamente, todo volverá a la cuestión de si el embrión es ya sujeto de derecho, con lo cual el Estado deberá intervenir en su defensa. Volvemos a la primera cuestión ética, pues.

 

Hay un hecho que no podemos olvidar:¿ quién hizo y hace las leyes en estos estados de derecho?

Miremos la proporción en la mayoría de parlamentos del mundo entre hombres y mujeres…¿Quién decide sobre el destino de millones de mujeres que en un momento dado se plantean interrumpir su gestación? En la mayoría de los casos estamos hablando de hombres, y hombres que nunca parieron y en casi un noventa y nueve por ciento de los casos nunca criaron ni saben lo que es la conciliación laboral. Hombres que defienden el derecho a la vida del no-nacido, pero cuyos derechos después de nacer ( a educación, vida digna) parecen importarles bien poco. Toda la legislación respecto al aborto nace en muchos casos de una visión patriarcal de la sociedad, donde se ejerce un control sobre el cuerpo de la mujer, control nada imparcial ni objetivo, en el que se basa todo el sistema.

 

Por el camino, nos queda la historia no contada de la mujer, de cada mujer.

La historia de uno de los tabúes más escondidos y más dolorosos.  Una historia de clandestinidad y de mucho sufrimiento, una historia nunca contada.

Porque incluso donde es legal la IVE, la lucha para ganar el terreno a lo político ha tenido un precio: el negar el dolor que nos puede provocar (en muchos casos y dependiendo del proceso).

Es como si hubiéramos conquistado el derecho a divorciarnos pero, ojo, nadie reconozca que separarse puede ser doloroso no sea que lo utilicen como argumento para prohibir el divorcio.

En muchos países la lucha feminista aún tiene que conseguir la legalidad respecto a la IVE, pero en aquellos donde esta ya se consiguió, aún queda conseguir romper el tabú del silencio respecto al dolor que puede suponer.

Con esto sanaríamos un sufrimiento que viene de lejos, de muchas generaciones pasadas, y de las que están por venir.

Eva Puig

Experta en duelo gestacional y perinatal por la Escuela Stillbirth Support

Filosofa, investigadora y acompañante en duelos por aborto voluntario

Fundadora y Directora general en Proyecto Kora

 

Publicado en: Aborto provocado, Curso IVE: Duelo por aborto voluntario, Eva Puig, Formación on line, Nuestras alumnas

09/11/2017 By Monica Deja un comentario

Tema 5. La mujer desde una visión holística y el aborto

 

Hasta aquí hemos dibujado en términos generales el proceso del aborto y su duelo.

En los siguientes artículos iremos analizando cuestiones satélite a este proceso, temas que son importantes para entender la complejidad de la IVE y cómo puede afectar a la mujer.

 

El titulo este capítulo es “La mujer desde una visión holística”, ya que en él quiero exponer un acercamiento a la mujer como un todo, un todo dinámico y cuyas dimensiones (física, psíquica, emocional y espiritual) están en constante interrelación e interdependencia.

 

Desde ese punto de vista, el proceso de la IVE no afecta solamente al cuerpo de la mujer, sino que tiene un impacto que puede alterar todo el sistema.

Cuando una mujer afronta un aborto, normalmente se centrará en buscar ayuda para la parte médica del mismo, obviando todo lo demás.

Si queremos realmente ayudar a la mujer que se halla en esa situación, deberemos tener en cuenta todo su ser (dinámico, cambiante, complejo, con dimensiones interrelacionadas e interdependientes).

 

¿Quién es esa mujer que aborta? Por lo pronto, un cuerpo que interrumpe un proceso natural de gestación.

Pero…sabemos de verdad qué es un cuerpo?

 

Nuestro cuerpo es en sí un cuerpo-proceso.

Es decir, no somos una estructura física estática sino un conjunto de millones de células vivas y en constante cambio e interacción. Desde un punto de vista energético, somos campos de energía vibrantes y dinámicos.

También, y saltándonos la división clásica entre cuerpo y mente, podemos decir que ese cuerpo, nuestro cuerpo, es un cuerpo-mente.

Los últimos avances en medicina (en psiconeruoinmunología) apuntan a una verdad que las antiguas tradiciones ya sabían: que el cuerpo y la mente forman una unidad, conectándose a través del sistema inmunitario, endocrino y nervioso central.

Y un paso más: si normalmente se situaba “la mente” en el cerebro, actualmente se está comprobando que otros órganos del cuerpo (ovarios, útero, corazón..) también generan hormonas que, como neurotransmisores, afectan a emociones y pensamientos. Así, llegamos  a la conclusión que la mente está en todo el cuerpo y que existe en todas sus células.

En otras palabras, cada pensamiento y emoción tiene su equivalente bioquímico.

 

Y aún más,  existen diferencias también entre hombres y mujeres

El cerebro de la mujer al utilizar más la interconexión entre sus dos hemisferios, está más comunicado con su cuerpo.

En otras palabras, la mujer tiene una forma de pensar más corporeizada y multimodal.

 

La IVE no es sólo un proceso físico (cuando lo físico no es nunca solamente físico) sino que pone sobre la mesa las creencias, pensamientos y emociones que tiene esa mujer en concreto sobre su embarazo.

En la IVE no sólo nos enfrentamos a una interrupción médica, sino que esta tendrá además repercusiones en todo el cuerpo mental-emocional de la mujer, si el proceso fue doloroso o fuente de dolor (como ya vimos en artículos anteriores).

En ese sentido es muy importante tener en cuenta también que las creencias son mucho más profundas que los pensamientos, que echan raíces en el subconsciente (vienen del pasado y enraízan en los tejidos celulares).

Y también que el subconsciente es individual y colectivo.

 

¿Qué nos ha transmitido nuestra sociedad patriarcal los últimos siglos respecto al aborto?

¿De veras creemos que unas pocas décadas de lucha feminista han acabado con todo ese conjuntos de creencias patriarcales que demonizan y condenan la IVE?

Con todo esto quiero decir que existe un conjunto de creencias íntimamente arraigado que en muchos casos puede añadir un gran sufrimiento a un dolor ya de por sí terrible.

Sanar el dolor que puede producir una IVE va a enfrentarnos con nuestras creencias individuales y sociales, las propias y las que la cultura en la que vivimos nos ha inculcado.

 

Finalmente, me gustaría terminar con una frase de C. Northrup, doctora americana que inspiró este artículo con su maravilloso libro “cuerpo de mujer, sabiduría de mujer”:

“Todo malestar, toda curación y creación de salud son al mismo tiempo físicos, psíquicos, emocionales y espirituales”.

 

Eva Puig

Experta en duelo gestacional y perinatal por la Escuela Stillbirth Support

Filosofa, investigadora y acompañante en duelos por aborto voluntario

Fundadora y Directora general en Proyecto Kora

Publicado en: Aborto provocado, Curso IVE: Duelo por aborto voluntario, Eva Puig, Formación on line, Nuestras alumnas

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