Hoy tengo un post cortito.
Sólo quiero transmitirte unas palabras dichas por mi amiga Lucy Lo Cascio que me han llenado de esperanza, porque me ha parecido que marcan una diferencia respecto a lo que hemos escuchado toda la vida de persona ajenas a la familia y dentro de la familia.
Normalmente la gente cuando abre la boca en relación a las pérdidas es para decir esos tópicos que tanto daño hacen: Eres joven, tendrás más; la naturaleza es sabia; seguro que de mayor era drogadicto (te juro que esto se lo dijeron a una mamá); y otras perlas.
Pues bien, Lucy me decía que cada ciertos días le escribe algún amigo o alguna conocida para decirle:
Lucy, que ya he firmado.
Me emociono escribiendo esto.
Porque estas palabras, estas 5 sencillas palabras tienen un mensaje detrás poderoso, sanador, único.
Estas 5 sencillas palabras están gritando: lo siento, lo siento mucho, es una putada esto que os pasó, ojalá nadie tuviera que pasar por esto. Me da tanto miedo que pudiera pasarme a mí, a mi hija, a mi hermana… que no soy capaz de decir nada más. Pero para que sepas que te aprecio, que me gustaría que pudieras ser feliz a pesar de todo, firmo esta petición y te lo digo con estas 5 sencillas palabras.
Lucy fue una de las primeras mamás mariposa que conocí. A ella y a su hijo Santo. He aprendido mucho de ella en todos estos años. Y quiero dedicarte este post, mamá guerrera, compañera de lucha.
Mira todo el camino que hemos recorrido, desde qué lejos venimos y a dónde estamos llegando. No me cabe la menor duda de que cada vez queda menos. Y estaremos allí para celebrarlo.
Un abrazo grande para todas, mamás guerreras. Lo vamos a lograr.
Mónica Álvarez
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