Pau Serrano, miembro de nuestra comunidad, nos envía este texto tan íntimo y certero. Este espacio también es para las madres. Que lo disfrutéis.
Respetar el tiempo de una misma, poder elaborar el duelo sin prisas y ser consciente de lo que se está viviendo no es tarea fácil, y más en una sociedad y en un tiempo en el que todo pasa rápido, se nos exige inmediatez y satisfacer necesidades y placeres evitando o disimulando el sufrimiento y el dolor. Permitirse parar y llorar es una medicina necesaria, una cápsula urgente que el cuerpo, la mente y el espíritu piden con urgencia cuando se vive una pérdida, en este caso de un embarazo. Contar con la ayuda de la familia, las amistades, una terapeuta y, en el caso que nos ocupa, las plataformas y foros de ayuda como http://duelogestacionalyperinatal.com/ y http://superandounaborto.foroactivo.com/ supone un colchón emocional y una caja de herramientas psicológica para seguir avanzando en el camino para sanar.
Hace aproximadamente tres meses que perdí a mi primera hija. Seguramente, desde que Dolça llegó y se fue, han pasado por mí tantas emociones, que yo no soy la misma. Notarla conmigo, dentro de mí, me llenó de un amor que no había sentido nunca, una sensación de plenitud que a menudo se mezclaba con miedos y temores, presentimientos e intuiciones… Cuando Dolça se fue, se apoderó de mí el vacío y la tristeza y la sensación de que algo me faltaba y me sigue faltando…
Dolça vino y se fue y yo he cambiado… no se si la humildad es una buena palabra para definirlo, pero aceptar aquello que la vida te trae, llorarlo y aceptarlo, permitirse a una misma sentirlo, me hace ser cada día más humilde. No jugar a disimular nada, sino seguir adelante con lo que la vida te presenta, aceptar, aceptar y seguir. Después de tres meses tras la pérdida de Dolça, ahora sé que ella vino para enseñarme a ser cada día más humilde y saber aceptar lo que siento, lo que soy, lo que vivo, lo que tengo… solo puedo que estar agradecida a Dolça, mi primera hija, por el aprendizaje que su pérdida me ha aportado.
Y aceptar su pérdida no ha sido ni es tarea fácil pero poco a poco, paso a paso, sacando la tristeza, hablándole, pidiéndole perdón, sintiendo la rabia, la incomprensión, la soledad…solo así, estando conectada con los sentimientos de una misma, se puede recorrer el proceso…que justo acabo de empezar y que sé que con mucha paciencia y tiempo, me seguirá aportando nuevos aprendizajes en mi misma.
Pau Serrano
María Cecilia dice
Que hermoso leer el testimonio de una mamá que con todo el dolor, y el amor del mundo acepta la pérdida de su hijita. Aquí se lee mucho amor y paz, un abrazo mamá Pau!
Monica dice
Muchas gracias Ceci! Este espacio está abierto para todas 😀
Mónica