…Si sabes cómo trascenderla.
Ni en el colegio, ni en el instituto, ni en la universidad nos preparan para los tragos amargos que nos depara la vida.
En lugar de vivir preparados y conscientes, la Vida nos arrolla y nos pasa por encima, como un mastodonte que no atiende a razones.
La vida es a veces cruel, el enemigo más cruel que podemos encontrarnos.
He escuchado muchas historias desgarradoras de mamás en duelo.
Sin embargo, cada cierto tiempo, cuando me creo que ya lo escuché todo, viene alguien y me saca de mi error.
Porque si vivir la muerte de un hijo en el embarazo o en las inmediaciones del parto no fuera suficientemente duro, muchas de estas familias además tienen que vivir la incomprensión y el mal-trato que muchos profesionales les infringen.
Frases dolorosas, prácticas no recomendadas que sin embargo continúan realizándose, aislamiento emocional, falta de empatía, desconocimiento de los procesos más básicos del duelo…
Podría seguir un buen rato enumerando.
Y esto no termina en el momento de la pérdida.
Pasan los meses y otros profesionales se atreven a añadir más leña al fuego del dolor de una madre, ninguneando una y otra vez sus emociones y sentimientos.
Provocando con ello el revivir una y otra vez, no ya la muerte, sino el momento en que esa mujer perdió su dignidad como persona y la trataron como a un animal sin sentimientos.
O peor.
Porque hoy en día la mayoría de la gente no duda de que los animales tengan sentimientos.
Pero las madres no deben de entrar ni en la categoría de “animales”.
Son “cosas” que no merecen la pena dedicarles 5 minutos para ver realmente qué hay detrás del torrente de lágrimas que las anega.
Mi amiga Rocío Cuellar les llama “psicopredadores”.
Sabemos que muchos profesionales no “cambiarán el chip”.
Pero a día de hoy no podemos fijarnos en qué harán los demás.
La cuestión importante es:
¿Tú qué quieres hacer?
¿Quieres seguir inmersa en tu limbo, o quieres tomar conciencia del dolor y las necesidades de las personas en duelo?
¿Quieres ofrecer a tus clientes un trabajo plano, unicolor, sin emoción, o quieres ofrecer un servicio de calidad, multicolor, integrando las emociones y la sabiduría que regala el trascender el duelo?
Es tu elección.
Es tu decisión.
Tienes un trabajo especial.
Trabajas con personas especiales que se merecen un profesional que les de la mejor calidad de trato y servicio.
Que sea una experta en su trabajo, un trabajo que incluye a mujeres inmersas en el peor de los duelos: el que acontece tras la pérdida de un bebé, de un hijo.
Te gusta tu trabajo y quieres dar en él lo mejor de ti.
Que ninguna madre tenga que escuchar nunca más en medio de su llanto
Del supuesto profesional que la atiende (y me da igual que el supuesto profesional sea médico, dentista, psicólogo, abogado o peluquero) esa frase hiriente y ninguneante:
“Pues no entiendo que te pongas así por un feto”
Pues no, no me pongo así por un feto, me pongo así porque he perdido un hijo.
Se acerca una revolución.
Una revolución pacífica.
Un cambio social sin precedentes en la historia.
¿Quieres formar parte de él?
¿Quieres ser parte del cambio?
Certíficate como Asesora Stillbirth Support.
Un abrazo desde el alma:
Mónica Álvarez
vero flores dice
te mandamos saludos y siempre seguimos tus comentarios, bendiciones desde mexico
Monica dice
Muchas gracias! Un abrazo fuerte desde aquí para vosotros! <3