Para quienes piensan que las personas que pierden un hijo antes de nacer no están en duelo…
Dejame decirte que me alegro de que vivas en esa bendita ignoracia.
Yo también estuve ahí. Pero quiero pedirte que respetes mi duelo, porque una vida, aunque no haya nacido, lo merece, créeme esto es así.
Si tienes hijos, comprenderás que no se quieren a partir de su nacimiento, empiezas a quererlos antes de nacer.
Estarás de acuerdo conmigo en que la ilusión que comienza en el mismo instante en que ves ese maravilloso positivo. Sientes la vida crecer en tu interior. Si no tienes hijos te aseguro que esos momentos son mágicos, atesoras cada segundo. Con toda esa felicidad vas imaginando como será… ¿Hasta aquí me entiendes verdad???
Ahora te voy a enseñar cómo cambia la historia de muchas mujeres que como yo perdimos un sueño, una vida, una ilusión…
¿Sabes lo maravilloso que es salir del hospital con un bebe en brazos???? ¿Lo has vivido??? Si es así, lo sabes.
Yo salí del hospital, vacía de su ser, llena de dolor y con los brazos vacíos. En ese momento el alma se te rompe para siempre, has pasado de ser la mujer mas feliz de la tierra a la más desdichada del planeta, has perdido lo que más quería.
Te aseguro que en esos momentos no eres casi consciente de lo que está pasando, ves pasar las escena como en una película, no te das cuenta que la protagonista, por desgracia, eres tú. Quizás sea mejor así, no darte cuenta de todo lo que te queda por sufrir.
Pero despiertas… y entonces ves de frente la cara mas dura y cruel de la vida: la muerte.
Ella se llevo tanto… los sueños, las ilusiones pero sobretodo TU HIJO.
A todo esto hay que sumarle los múltiples comentarios de personas que como tú, no lo comprende.
Yo no perdí un embarazo, yo perdí un hijo.
Un hijo que no tuvo la oportunidad de ver y sentir todo el amor que yo le tenia, un hijo que no pasearás, ni amamantarás a pesar de que mis pechos están llenos de leche.
Dime una cosa, ¿le dirías a una mujer que acaba de perder un hijo de 7,8,9 años que no se preocupe porque es joven y puede tener otros??? ¿Crees que eso consolara a esa madre? No verdad, pues a mi tampoco, porque puede ser que tenga “otro bebé” pero sera otro y no éste.
Ahora sólo me queda llorar, porque llorar no me devolverá a mi hijo, pero evitará que se ahogue mi alma en tanto sufrimiento.
Te lo juro, he creído que moría de pena.
A veces lo he deseado con toda mi alma. Porque no quería vivir así. Porque imagina por un momento lo que es estar muerta en vida.
Hoy, puedo escribir esto, sé que seguirás sin comprenderme. Yo sólo te pido respeto. Respeto por el alma de un maravilloso ser que se fue antes de ver la luz del día, antes de escuchar el canto de los pájaros, antes de que su madre le diera su primer beso.
Respeto, porque es mi hijo.
Soy su madre, y aunque mi libro de familia lo niegue, SOY SU MADRE, en mayúsculas.
Comparte esto si estas de acuerdo conmigo. Sino, simplemente ignóralo y sigue feliz en la inocencia que da no sufrir en primera persona la muerte de un hijo.
Marga, mamá de Isi.
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