La realidad sobre cómo te van a afectar los tratamientos de fertilidad
es algo que vas descubriendo a medida que lograr tu embarazo incluso con ayuda médica, empieza a alargarse.
Esto no va a ser fácil y creo que es mejor entrar en este mundo sabiendo claramente que vamos a tener que hacer un esfuerzo para el que no estábamos preparadas por que lo ignorábamos todo de él, pero que te aseguro que tú como mujer con la firme determinación de ser madre, puedes conseguirlo.
Hoy te hablo de las emociones durante los tratamientos de Reproducción Asistida.
La gama de sentimientos que vas a vivir los próximos meses o años es tan amplia como sorprendente:
Ilusión: porque en la medicina puede estar la respuesta para tu embarazo.
Miedo: porque ¿y si ni siquiera así consigues tener un hijo?
Ansiedad: porque cada vez que haces un tratamiento, sabes que en tu cuerpo hay una posibilidad real de ser madre
Felicidad: porque el día que lo consigues, sientes que todo lo que has vivido tenía un sentido.
Dolor: porque cada fracaso, cada pérdida, cada renuncia te va a afectar de una manera que creerás no poder soportar (pero sí podrás)
Resiliencia: porque de esta pasta estamos hechas las mujeres que queremos ser madres por encima de casi todas las cosas aún teniendo problemas de fertilidad o gestación graves
Envidia: porque el día que reconozcas en ti este sentimiento cuando alguien te comunique su embarazo, verás una cara tuya que seguramente no te va a gustar.
Hastío: porque habrá días que no puedas más, que estés aburrida, que tengas ganas de dar un puñetazo en la mesa y decir ¡basta!
Todos estos sentimientos son naturales en una situación como la nuestra
“Los estados alterados de la reproducción asistida” son parte casi indisoluble de la situación que estás viviendo.
Por favor, no te castigues, no te flageles, tener todo ese cúmulo de sentimientos que hablamos antes es perfectamente lógico, acéptalos en ti, casi abrázalos entendiendo por qué vienen.
¿Dónde buscar apoyo?
Es muy probable que te apoyes en diferentes técnicas o terapias que irás descubriendo a lo largo de tus tratamientos de reproducción asistida porque aguantar todo esto “a pelo” te puede pasar una factura muy grande y creo que no tiene sentido que con todo el dinero que te estás gastando, no uses parte de él en estar más fuerte o acompañada.
Voy a enumerar algunas de las terapias que pueden ayudarte:
- acupuntura,
- moxibustión,
- dietas especiales,
- reiki,
- masajes metamórficos,
- hipnosis,
- cantos,
- terapia Gestalt,
- terapia transpersonal,
- terapia humanista,
- grupos de apoyo,
- meditación,
- coaching,
- yoga,
- acompañamientos especiales de Reproducción Asistida,
- psicoanálisis,
- otros tipos de terapia psicológica,
- etc.
Pero también por mi experiencia de estos 10 años en este mundo de la maternidad asistida, cuatro y medio de ellos íntegros haciendo tratamientos, tengo una opinión formada muy clara:
Creo que todo esto ayuda, pero no es definitivo en la consecución de un embarazo que llegue a término.
Cuando tienes problemas de fertilidad, lo verdaderamente imprescindible es que un buen embrión, anide en un endometrio acogedor mientras todos los valores hormonales están lo más nivelados posible.
No obstante, creo que tener estos apoyos es casi imprescindible para no dejarte la vida en ello como comentaba en mi libro Mi maternidad asistida o como ser madre por reproducción asistida y no morir en el intento.
Un día todo esto va a acabar y volverás a ser “casi” la misma.
Y digo casi porque aunque es probable que no olvides el dolor vivido, habrás descubierto y superado situaciones que ni tú misma hubieras imaginado que ibas a ser capaz.
Serás mucho más fuerte y casi seguro tendrás a tu hijo en brazos por que como decía una gran ginecóloga: el que continúa en reproducción asistida, lo consigue.
Si tienes alguna duda sobre este tema te invito a dejar tu comentario y te contestaré.
Eva Mª Bernal
Descubre todo lo que Eva puede hacer por ti en su página web: CreandoUnaFamilia.net
Este artículo pertenece a un mini curso sobre reproducción asistida. Clica aquí y accede a leer el resto.
Deja una respuesta