Cuando en 2012 publicamos Las voces olvidadas, lo hicimos pensando en los bebés de los que nadie habla.
Pero no es cierto que nadie hable de ellos.
Las madres hablamos.
A pesar de que no se nos deja.
A pesar de que nos mandan callar.
A pesar de que nos llaman locas por hablar de alguien a quien “no conocimos”.
A pesar de que nosotras mismas nos recriminamos tantas veces si no será verdad todo lo que dicen.
Nosotras hablamos aunque nadie escuche y se lleve las palabras el viento.
Hablamos muchas veces, incluso sin palabras.
Las lágrimas, la sangre, la leche de nuestros pecho, el aire que se nos escapa en forma de suspiros…
Todo habla por nosotras.
Somos las voces olvidadas que nunca dejaron de hablar.
Somos la cuna vacía que nunca dejó de mecer al bebé añorado.
Somos como el bosque que crece sin hacer ruido, pero avanzando siempre, ganando terreno, metro a metro, al gigante de la civilización patriarcal que nos obligo a retroceder y replegarnos.
Este 14 de marzo nos reunimos para unir nuestras voces y nuestros abrazos, para poner la semilla de lo que queremos que sea nuestro futuro.
Un futuro en el que no habrá silencio, sino palabras y sol. Mucho sol.
Será en el Centre Sagrada Familia, en Barcelona.
Si te apetece unirte, aún estás a tiempo. Quedan muy poquitas plazas.
Escríbeme si tienes alguna duda.
Comida incluida.