¿Cómo puedo YO, que aún arrastro TANTO DOLOR, ayudar a otras a limpiar el suyo?
Esta es una pregunta que se repite a menudo en las sesiones privadas gratuitas que tengo el placer de proporcionar a las Mujeres que quieren entrar en la Escuela Stillbirth Support y tengo que decir que ESTA era MI DUDA cuando empecé trabajando en la Escuela, al lado de Mónica, Julia y Mireia.
Como si el duelo fuera una carrera, fuera una escala de 1 a 10, fuera un camino lineal, tuviera un PUNTO de LLEGADA.
Como si alguien pudiera decir “He superado mi duelo”.
Qué ego tenía al pensar esto, creer que podría decir un día “He GANADO mi duelo”.
Con los años me he dado cuenta que un duelo NO se gana, un duelo NO se vence.
Un duelo se TRANSITA.
Un duelo es CÍCLICO.
El dolor persiste y se agudiza en fechas determinadas, un duelo NUNCA nos abandona.
Lo que SÍ podemos hacer es aprender a verlo con MEJORES OJOS, aprender a CONVIVIR con él, aprender a recoger nuestros pedazos y crear con ellos una Persona NUEVA.
Aprender del DOLOR, aprender a seguir caminando A PESAR del dolor.
Sí, porque cuando pierdes tu hijo te gustaría acompañarle y morirte, pero NO, no te mueres.
Tienes que seguir caminando en un camino de DOLOR, yermo, sin vida… Y poco a poco, con el tiempo, te vas dando cuenta que en ese camino empiezan a nacer brotes, pequeñas flores, solo atisbos de una primavera que aún es lejana pero que percibes en el aire.
Y como esa primavera llega tarde o temprano, cuando empiezas a ver las flores abrirse a tu camino, cuando empiezas a poder seguir caminando con tu duelo a cuestas, gira la rueda de nuevo, vuelve el ciclo, vuelven las fechas que te recuerdan tu dolor y vuelves a caminar en el vacío.
Pero SABES que volverá la primavera
Sabes que una vez más saldrás de tu dolor para ver nuevas flores, para ver el grandísimo camino interno que has recorrido, un camino hecho de limpiezas de culpas, un camino de perdón, de lagrimas sanadoras.
Un año más, un ciclo más, y otro y otro y podrás disfrutar siempre más de esa primavera y al final enfrentarás el dolor cíclico con el ojo y el corazón puestos en el renacimiento.
Así que, contestando a tu pregunta: “Todavía no he superado mi duelo, ¿podré ayuda a otras?”
Te voy a decir que NUNCA podrás “superarlo”, lo que podrás es APRENDER a VIVIR con él, aprender a conocerle y a no tenerle miedo, a no permitirle que te hunda demasiado.
Claro que podrás ayudar, ayudar a esa madre a atisbar los brotes que salen en su camino, claro que podrás ayudarla a convivir con su duelo, claro que podrás ayudarla a sanar.
Sobre todo si te has formado antes, te has informado y transformado en ese camino.
Esto es lo único que se te pide.
Porque necesitas nutrirte tú antes para poder nutrir a otra persona.
Porque formarse también es transitar.
Transitar tu propio duelo dejándote acompañar, cuidar, sanar.
Es importante que tengas sanadas tus heridas para poder dedicarte a sanar las otras.
Si tú no has sanado, si no te has nutrido, poco vas a poder hacer por otra persona.
A partir de ahí, tu camino está abierto.
Y ayudar a otras a transitar su duelo es sanador TAMBIÉN para TI
Ayudando a esa madre a ver que un renacimiento es posible podrás reconfirmar en ti misma la existencia de ese renacimiento, podrás dar más importancia a tu propio renacimiento.
Porque en el duelo NO hay ganadores, TODAS empezamos con el mismo dolor y vamos viviendo el ciclo vida-muerte-vida todos los años.
Lo que podemos hacer es transitarlo ACOMPAÑADAS, lo que podemos hacer es AYUDARNOS en el camino, APOYÁRNOS la una a la otra para que sea más llevadero para TODAS.
Para que TODAS seamos conscientes de que más allá del DUELO brotan flores.
Lily Yuste
Coach de maternidad
Asesora Stillbirth Support y coordinadora de círculos de mamás en duelo
Mamá arcoíris dice
El duelo como un camino hacia la primavera me parece una analogía super bonita. Además, como tu dices el dolor es cíclico igual que las estaciones del año. En mi caso me pasa algo curioso y es que mis dos hijos (la que está conmigo y el que se fue) comparten fechas ya que el bebé que se fue habría nacido en julio y mi hija nació a principios de agosto y de ambos embarazos me enteré en noviembre de manera que estas fechas tienen para mi un sabor agridulce aunque intento darles la vuelta y parece que voy consiguiendo recordar las cosas con más cariño que pena.
Lily dice
Antes que todo te abrazo con todo mi cariño y te envío toda mi comprensión y respeto.
Como bien dices, la analogía de la primeravera es muy real, a cada nuevo ciclo podrás ver estas fechas tan claves en tu vida siempre con mejores ojos. El importante es que no te culpabilices por no hacerlo lo suficientemente rápido como te gustaría, todo tiene su tiempo. Un abrazo de corazón.