Si no lo has podido ver, te dejo el enlace al estupendo reportaje emitido hoy en la 2.
De fondo imágenes del reportaje Stilbirth, de Norma Grau.
El lunes pasado me hicieron una entrevista en una radio local. Me llamaron a casa desde Galdar, municipio situado en las Las Palmas, en Gran Canaria, desde un espacio que se llama “Las mañanas con Eulalia Marin”. Os pongo el enlace al podcast a continuación y luego os cuento más:
La entrevista, aunque durante gran parte de ella me preguntaron cosas sobre duelo gestacional y perinatal y sobre los libros La cuna vacía y Las voces olvidadas, en realidad venía desde la realidad del I Congreso de Maternidad Multitarea que se celebrará en Gandía en Junio el 9 y 10, en el Aula Magna de la Universidad Politécnica de Valencia. Tanto mi compañero Santi como yo somos ponentes en el área de “Crecimiento personal” y querían saber también acerca de qué hablaré en mi ponencia.
Teresa García, psicóloga infantil, es una habitual del programa y es quien nos ha ofrecido esta posibilidad de participar en él (digo “nos” porque hace quince días fue Azucena Caballero, una de las alma mater del congreso).
La entrevista duró una media hora y la verdad es que me sentí muy a gusto charlando sobre un tema que domino y que despierta las ganas de saber más en quienes escuchan. Parece que ellas (Eulalia y Teresa) también estuvieron a gusto, pues pudimos compartir anécdotas personales y curiosidades que dieron un aire especial a la entrevista.
Os invito a escuchar el podcast si os apetece, y si no, pues ya sabéis que lo tenéis por aquí para disfrutarlo cuando os apetezca.
Un saludo:
Mónica Alvarez
He querido hoy publicar un texto sobre un duelo distinto a los que solemos ver por aquí. El duelo por un parto perdido no deja de ser un duelo perinatal. Está escrito por Candy, socia y compañera de El parto es nuestro. He querido recogerlo porque… Clau (otra socia y compañera de EPEN) lo expresa perfectamente:
Hay un duelo detrás de cada pérdida. Independientemente de qué perdamos: hay que rehacer todo nuestro esquema y volver a empezar. A veces es perder un hijo, otras veces a nuestra madre… o un trabajo que nos gustaba. Nada es comparable, pero las fases del duelo son las mismas. Por eso hay gente que se suicida después de ser despedido, o cuando se mueren sus padres… o cuando se muere un hijo. Porque la fase de aceptación, no ha llegado nunca.
Y aquí tenéis el artículo, que lo disfrutéis:
Estoy leyendo “Las Voces Olvidadas”, estupendo libro, escrito con una sensibilidad exquisita y que todos deberíamos leer en algún momento -hayamos o no perdido un bebé durante la gestación- y me está sorprendiendo sentirme tan identificada con todo lo que se cuenta, sobre todo porque yo no he pasado por ese trance de perder a un bebé de poquito tiempo. Yo lo que perdí fue mi primer parto, porque me lo robaron.
No pude dar a luz a mi hijo, si no que lo extrajeron de mi cuerpo, y la sensación de pérdida, salvando todas las distancias, es bastante similar. Y atravesé un duelo o eso es lo que creo. En el libro se dice que las fases del duelo son éstas: shock, negación, ira, negociación, tristeza y aceptación. Pueden no darse todas, o darse con mayor intensidad unas que otras, durar mas o menos tiempo, pero todas son fases normales y es necesario recorrerlas para superar de alguna manera esa experiencia, y seguir adelante con nuestras vidas de una manera sana y feliz. En mi caso, la Asociación El Parto es Nuestro y todas las personas que la forman, me ayudaron enormemente a transitar este camino.
Echando la vista atrás puedo recordar haber estado en estado de shock, pero no durante unos minutos u horas, sino durante mucho tiempo. Un shock sordo, ciego y mudo. Yo estaba, pero era como si no estuviera. Me ocupaba de mi bebé mecánicamente pero no mostraba ningún tipo de satisfacción por hacerlo, ni por tenerle junto a mí. Supongo que esto se debía en parte a que “no sabía que me había pasado”. Nadie, ni siquiera yo misma, sabía nombrar qué era lo que me pasaba, y no se puede reaccionar cuando no se sabe ante qué hay que reaccionar.
Cuando por fin, supe porqué me sentía así, sentí mucha ira. Ira hacia el sistema sanitario que no funciona como debería, hacia mí misma por no haberme informado lo suficiente y haberlo evitado, y sobre todo ante mi entorno, que no validaba mis sentimientos y no me apoyaba en mi dolor. Creo que sufrí más por la incomprensión que encontré entre mis “seres queridos”, que supuestamente debían apoyarme, que por el hecho en sí de haber tenido un parto desastroso y haberle dado un nacimiento pésimo a mi primer hijo. En el libro pone: “Puede ocurrir que al duelo del hijo perdido se una el duelo por aquellas personas cercanas que no han sido capaces de conectar con los dolientes, inmersos en su propia incapacidad de vivir el dolor y en la negación del mismo.” “A veces, además de a un hijo se pierde a un padre”. Esto es justo lo que me pasó a mí.
A la pena que te invade ser consciente de lo que perdiste, de lo que no fue y nunca podrá ser, porque a cada hijo solo se le pare una vez, se une además un sentimiento de culpa. Culpa por sentirte mal: “¿De qué te quejas?, ¡si estás viva y tienes un bebé precioso!”, y culpa por incomodar a los demás con tu sufrimiento, que quieren verte feliz y radiante como lo estabas antes de parir. Pero es que una ya no es la de antes, ni volverá a serlo nunca; lo que pasó te marca y en mi caso me ayudó a crecer, a madurar, y en ese proceso de maduración eliminé cosas de mi vida, que “mi despertar” me ayudó a ver que no eran buenas para mí.
También sentí tristeza. Tras el nacimiento de mi segundo hijo, en un parto respetado y muy diferente al de su hermano mayor, me vi a mi misma llorando constantemente. Había una idea que no conseguía quitarme de la cabeza: “ese bebé que tenía en brazos no era mi Ángel, ni nunca lo sería”. Me daba cuenta de con que ternura cogía y acariciaba a ese segundo bebé y no podía recordar haber hecho lo mismo con el primero. ¡Era tan injusto para todos! La herida emocional de mi primer parto, a pesar de haber vivido un segundo maravilloso, o precisamente por eso, porque tenía con que comparar, todavía existía en ese momento, aunque quiero creer que ahora escuece un poquito menos y ya lo he aceptado.
Recuerdo el primer cumpleaños de mi hijo. Era también mi “cumple-parto” y era lógico sentir esa ambivalencia: por un lado la alegría de ver crecer a tu hijo y por otro recordar la desagradable experiencia que viví durante su nacimiento. Con el paso del tiempo, mi dolor ha cedido su espacio a la celebración y ahora mi niño, su tarta y sus velas son las únicas protagonistas de ese día especial.
Sin ser consciente de ello, yo he realizado mis propios rituales para encauzar mi dolor y transitar el duelo. He guardado los calcetines rojo pasión que llevaba en el paritorio ese día y que creo que sería bueno quemar en algún momento para ayudar a cicatrizar definitivamente las heridas. En la misma caja está la pulserita que llevó mi hijo en la UCI, los diez días que estuvo allí ingresado, sus primeros diez días de vida… Un patito de peluche que le regalaron unas amigas mías y que presidió su cuna durante ese tiempo, que le acompañaba cuando a mí no se me permitía el acceso a la UCI para estar con él, y que curiosamente tenía una cicatriz, algo que a mí siempre me resultó muy simbólico… Cuando guardé esas cosas, no sabía porqué lo hacía; sólo sentía que tenía que guardarlas. Quizá cuando mi hijo sea un poco mayor, le invite a abrir esa caja y a compartir conmigo todo lo que esos objetos significan para mí y para él.
Con la pérdida de un parto, nos perdemos a nosotras mismas, se pierde la inocencia, se pierde la confianza en el sistema, se pierden relaciones, y en mi caso siento que también perdí al bebé con el que había compartido nueve meses de íntima convivencia. A un mal parto, siguió una larga separación y tras la odisea hospitalaria, creo que nunca llegué a identificar a ese bebé que tenía conmigo con el mismo que había llevado en mi vientre. Tuve que aprender a querer a un bebé nuevo, un bebé distinto, pero esa es otra historia…
Candy Tejera
Artículo original: Blog el parto es nuestro
DECLARACIÓN SUA
Madres y padres en duelo gestacional-perinatal
PEDIMOS RESPETO Y ATENCIÓN ADECUADA
Los derechos de los padres en duelo y de los bebés fallecidos están pendiente de ser reconocidos
Las madres y los padres de bebés que mueren intraútero, en el parto o pocas horas después de nacer expresan su malestar por la falta de respeto y de atención a sus necesidades y deseos en su dolorosa vivencia y reclaman:
1- Que todos los hospitales se planteen la mejor manera de atender en caso de muerte gestacional-perinatal, con la elaboración de una guía que recoja los puntos más importantes a tener en cuenta, tanto desde el punto de vista físico como emocional
Muchos hospitales no han consensuado nunca nada al respecto
2- Que las personas susceptibles de atender a padres que viven una pérdida gestacional-perinatal: obstetras, enfermeros/as, comadronas, etc. se formen para tal acompañamiento
Porque es parte de su trabajo, y es una necesidad para los padres que no se añada más dolor al que ya existe por la pérdida en sí debido a un mal acompañamiento: como trastorno de estrés postraumático, etc
3- Que los padres sean informados de las distintas alternativas que existen para manejar la pérdida, de forma veraz, completa e imparcial, atendiendo la evidencia científica actual, basando sus prácticas en los estudios más recientes.
La costumbre general es imponer a la mujer unas actuaciones muy invasivas y obsoletas como legrados con cureta o partos inducidos por norma, sin informarla adecuadamente ni atender los deseos o necesidades de la madre
4- Que la madre tome parte en la decisiones sobre las intervenciones a las que va a ser sometida.
Pocas veces se hace partícipe a la mujer ni se la informa de todas las posibilidades de manejo de la pérdida que existen, sobre la subida de la leche, etc.
5– Que se tengan en cuenta los deseos de la madre respecto del lugar donde se hace el ingreso, las pruebas, en maternidad o lejos de ella, siempre que sea posible.
Hay mujeres que viven con mucho dolor el ingreso en maternidad, oir a bebés llorar, estar al lado de mujeres que están de parto, esperar junto a embarazadas para hacerse las pruebas…
6- Que los padres sean informados de todo lo que acontecerá después, los procesos que se van a seguir, las ayudas con las que se contará, qué va a pasar con el cuerpo, qué pruebas harán, etc.
7– Que la madre pueda estar acompañada de una persona de su confianza y elección, que le brinde apoyo en todo el proceso.
A muchas mujeres se les niega su derecho a estar acompañadas en estos duros momentos, ni de su pareja ni de ninguna otra persona de confianza.
8- Que los padres tengan la oportunidad de ver y despedirse de su bebé , si lo desean, en un lugar íntimo, adecuado y sin prisas.
Aún hoy, en España, no se deja ver al bebé a muchos padres que expresan este deseo. O aún no hay una consciencia generalizada de que este hecho les puede hacer mucho bien.
9- Que los padres tengan derecho a estar con sus bebés las horas que estos permanezcan con vida, que estos bebés se les reconozca el derecho a estar acompañados ininterrumplidamente por sus padres en las UCI’s.
La entrada restringida es terrible para ambas partes y hay estudios científicos que avalan los beneficios mútuos de este contacto desde el primer momento y sin separaciones. Tanto si el bebé sigue adelante como si muere, es de suma importancia que no le separen de sus padres.
10– Que los padres puedan recuperar los restos de su bebé, en todos los casos, si así lo desean, sea de las semanas que sea su bebé fallecido en gestación.
Podemos enterrar una pierna, o que se nos entregue un quiste, una piedra de riñón, pero muchos de nuestros hijos muertos en el seno de su mamá son incinerados como despojos quirúrgicos o enterrados en fosas comunes. Es terriblemente doloroso para muchos padres.
11–Que haya un interés real por conocer las causas, por parte de los profesionales.
En los restos de un aborto sólo se analiza si es una mola (tumor cancerígeno), no se mira nada más, a día de hoy. En las autopsias de bebés un 40% de casos quedan por resolver. Un nuevo embarazo después de pérdida se vive con mucho miedo, si no se sabe el motivo de la pérdida anterior, se agudiza sobremanera la angustia y el miedo a que se repita sin poder hacer nada al respecto
12- Que cada pérdida sea tenida en cuenta para intentar esclarecer por qué pasó.
Porque es una crueldad no investigar porqué pasó hasta la tercera pérdida consecutiva. Si aún no es una necesidad para los médicos, ni para la ciencia, lo es para los padres, que deben acumular la friolera de pasar la vivencia de tres hijos muertos intraútero para que interese saber sobre su caso.
13- Que el tiempo de espera de los resultados no sobrepase un límite razonable de unos dos meses.
Hay demasidos padres que esperan mucho más, hasta incluso alrededor de un año.
14– Que los resultados sean explicados a los padres.
No enviados por carta como tantas veces se hace.
15- Que los bebés que mueren tempranamente en el útero tengan derecho a ser registrados.
Porque registrados para siempre quedan en el recuerdo y en el corazón de sus padres , y socialmente es como si nunca hubiesen existido.
16- Que se contemple y estipule una baja laboral real y concreta para estos casos.
Porque ahora hay que inventarlas con falsos nombres, como “depresión”, o que el padre vuelva al trabajo YA como si no hubiera pasado nada.
17- Que se atienda el proceso de la pérdida no sólo en la detección y durante el proceso sino también después, durante el puerperio: recuperación física, subida de la leche, necesidades emocionales, agotamiento, etc.
Primavera 2012
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Perder un bebé durante la gestación o en el periodo perinatal está reconocido como uno de los mayores estresantes que existe.
Quien ha pasado por ello sabe de las interminables horas pasadas en casa dedicadas a rememorar lo que sucedió, qué se pudo hacer mal, en qué momento ya no había marcha atrás.
Posiblemente tengas mucho sueño o no puedas dormir en absoluto. Tal vez tengas hambre a todas horas o tu estómago esté cerrado impidiendo que entre ni una cucharada más de comida.
Tus músculos están tensos y cuando no tienes ganas de llorar sientes un enfado profundo con tu cónyuge, contigo misma, con el mundo… que sin embargo no puedes exteriorizar.
El médico te dice que te relajes, que te serenes, que si no tendrá que recetarte pastillas y tú no quieres.
Tus amigas te invitan a salir a dar una vuelta, a tomar algo, para que te relajes y te quites tensión.
Todos coinciden en que estás muy tensa y que deberías ver algún documental sobre África, con esos animales corriendo, que relajan tanto.
Posiblemente las palabras que más escuchas últimamente es “¡Tienes que relajarte!”. Como si eso fuera tan sencillo.
Y lo es, es sencillo relajarse, pero siguiendo un método y una instrucción adecuada. Dormir, ver televisión, pasear, estar con los amigos, son actividades que por sí mismas pueden ser muy agradables pero en sí, realizarlas, no implican lograr una relajación.
La relajación es un estado físico-mental-espiritual que se logra siguiendo diferentes instrucciones.
Es una habilidad natural que todo el mundo puede aprender.
Lo cierto es que cada uno tendrá mayor o menor predisposición a poder relajarse, le costará más o menos, pero todo el mundo necesitará seguir un entrenamiento y aprender determinadas técnicas para lograrlo.
El verbo “relajar” viene del latín relaxare cuyo significado es “aflojar”. Así veremos en muchos libros que relajar es por definición “aflojar”, “soltar” tensión nerviosa.
A lo largo de la vida vamos cargando en nuestra mochila personal un montón de piedras innecesarias que sin embargo llevamos en nuestro caminar como un peso importante que nos dificulta y nos impide disfrutar del paisaje a causa del tremendo esfuerzo extra que tenemos que hacer para llevarla a la espalda. Vemos cada día como mucha gente pasa a nuestro lado por la calle cargando con esa mochila imaginaria, con la espalda encorvada sin embargo por un peso real en sus vidas. Sin embargo, podríamos caminar así toda la vida. No hace falta más que un suceso desencadenante que añada otro pedrusco más al montón para que nos desmoronemos y nos demos cuenta de repente de la estupidez que supone cargar con tanto peso inútil y que seamos conscientes de que así no podemos seguir. Ya no.
Tal vez para ti ha llegado el momento de quitarte de encima esa mochila y aprovechar la energía extra que te cuesta llevarla para caminar hacia una vida plena, hacia las cosas que de verdad te motivan y te gustan. Yo puedo ayudarte y enseñarte a ir quitando piedra a piedra todo ese montón extra de preocupaciones que hacen que vayas por la vida mirando al suelo. Verás que cuando comiences a tener menos peso y puedas mirar al frente y a los lados descubrirás un camino bello por recorrer y te encantará pararte a oler las flores y a admirar el paisaje. Tu espalda te lo agradecerá y tu alma también. Y tu familia, y tu cónyuge, y tus pacientes, y las personas que te siguen en el camino.
El ser humano es sistémico, está formado por diferentes sistemas que tendremos en cuenta: físico, mental, emocional, espiritual (y otros a los que haremos mención en su momento).
Hay técnicas que potencian la relajación muscular, otras la mental, otras la emocional y otras la espiritual. Cada persona podrá descubrir la suya, o aquélla que le vaya mejor en según en qué ocasiones.
En cualquier caso, cada sistema se interrelaciona con los demás y se biorretroalimenta: Si utilizas una técnica mental y consigues una relajación, ten por seguro que ésta se difundirá por todo tu ser logrando relajarte también a nivel corporal, emocional y espiritual.
¿Qué podemos lograr con la relajación?
Físicamente podemos lograr un cuerpo relajado, con un buen tono muscular, sin contracturas. Obtendremos un corazón tranquilo lejos de taquicardias y sobresaltos, un aparato digestivo que cumpla con su función desde la boca hasta el recto, sin espasmos, sin sensación de “estómago lleno”, sin nauseas, sin diarreas o sin gases. Tendremos una piel limpia sin erupciones, sin escamaciones, el pelo y las uñas se verán también fortalecidos. El útero recuperará una tonicidad sana y nos olvidaremos de las reglas dolorosas, de las dificultades para concebir mes tras mes. Está comprobado que un útero relajado es un órgano mucho más propenso a concebir y a gestar. Disfrutaremos de un nivel bajo de estrés y un sistema inmunitario que nos cuidará y evitará múltiples enfermedades.
Mentalmente, nos olvidaremos de los pensamientos recurrentes, de la mente embotada, de olvidarnos cosas por ahí, de no poder recordar instrucciones ni siquiera las más sencillas. La creatividad aumentará, ideas nuevas encontrarán caminos inexplicables para surgir y ser expresadas. Tendremos mayor claridad mental, ideas más lúcidas, rapidez de pensamiento y mayor ingenio.
Emocionalmente, aprenderemos a salir del mar tempestuoso para navegar en aguas calmas y amables. Nuestras emociones no serán montañas picudas, tan pronto arriba del todo en la euforia de una alegría artificial, tan pronto abajo en la más profunda de las tristezas. Aprenderemos a reconocer nuestras emociones, a hacerlas nuestras compañeras de viaje y no dueñas tiranas que nos poseen y nos obligan a recorrer sus caminos (que no tienen por qué ser necesariamente los nuestros).
Espiritualmente, dejaremos atrás la apatía, la falta de energía vital. Descubriremos un potencial que ni sabíamos que teníamos y tendremos claro nuestro propósito en la vida, aquel que nos da la fuerza necesaria para levantarnos después de cada caída.
Esto parece que sería apropiado para aquellas personas que pasaron por alguna pérdida, pero yo me pregunto, ¿quién cuida al cuidador?
Para vosotros profesionales que trabajáis con madres y padres cuyas heridas están aún en carne viva, quién os cuida a vosotros cuando llegáis a vuestra casa y os lleváis (es inevitable) en vuestra mente tantas historias, caras, lágrimas, sonrisas, abrazos que no llegaron a darse.
Es fácil decir eso de “hay que desconectar cuando se llega a casa”, pero ¿es fácil realmente poder hacerlo?
Para vosotros este entrenamiento puede ser la diferencia que marque vuestra talla como profesionales. ¿Cómo ayudaréis a vuestros clientes si vosotros mismos estáis hundidos en las garras de la desesperanza?
Es tan importante estar a bien con uno mismo, tan importante tener cuerpo-mente-espíritu centrado y relajado. ¿Pero qué hacer cuando el estrés te puede un día tras otro y las horas escasas entre el día de hoy y el siguiente no son suficientes para salir de ese estado?
Es imprescindible hacer algo nuevo y diferente para salir de este estado. Algo que no te tomará más que unos minutos cada día, porque si bien al principio necesitarás más tiempo para alcanzar ese estado de calma y placidez, cuando más entrenes tu cuerpo y tu psique, más profundo y pleno será y más rápido lograrás acceder a él.
Yo te animo a probar este curso. El primer mes costará solamente 1€, el resto 12€ y el tiempo que quieras dedicarle.
Eso sí, quiero advertir que no vendo milagros. Yo te puedo entrenar, enseñarte, pero el trabajo importante lo has de hacer tú, esto es así siempre. No vengo a venderte pastillas mágicas.
Como en cualquier entrenamiento, el trabajo importante lo pone el alumno. Con constancia, dedicación personal y mi ayuda lograrás el objetivo que te propongas.
El 11 de abril tendremos una videoconferencia gratuita en la que hablaremos sobre este curso y otras cosas que queremos hacer en la comunidad. Solventaré dudas, podréis consultarme situaciones específicas a través del chat que se abrirá… Anunciaremos más adelante la hora concreta en que se realizará.
También podéis suscribiros al boletín gratuito para optar a recibir información en vuestro correo electrónico. Con esta suscripción recibiréis como regalo un pequeño ejercicio de relajación, verdadero “bocado” de lo que va a ser este curso. En el boletín de este miércoles propondré una pequeña prueba y regalaré cuatro entradas para la comunidad. Los agraciados entrarán gratis el mes de abril, el mes de mayo pagarán 1€ y ya en junio pagarán la cuota completa. También disfrutarán de la preferencia de poder acceder a la comunidad el lunes 9 en lugar del lunes 11 en que será oficialmente abierta al público. ¡Suscríbete ya y no te pierdas esta oportunidad!
Decía un viejo sabio que nadie se emborracha “hablando” del vino. Os animo a entrar, tomar una copa, degustarlo, probarlo en el paladar, tragarlo lentamente mientras sentís cómo desciende por vuestro esófago.
Si lees esto y más adelante te interesa saber más de este curso voy a abrir una página estática en la que pondré esta información y más cosas. Podréis apuntaros a la comunidad (y al curso) desde ahí. Podréis acceder a esta página en los enlaces de más arriba del blog debajo de las fotos de la cabecera.
Podéis encontrarnos también en Facebook y en Twetter en los enlaces al final del artículo. Si tienes cuenta en alguna de estas dos redes sociales te invito a buscarnos y a seguirnos/compartir el contenido con tus amistades.
Por hoy nada más!
Un saludo:
Mónica Alvarez
Estos días en SUA está habiendo mucho movimiento. Se ha elaborado una declaración de principios con 17 puntos. Otro día os los pondré aquí para su difusión, pues creo que estamos en un momento muy importante.
Hoy, sólo os voy a pedir que firméis en esta petición en la web de Actuable. Con cada firma se está enviando una carta (podéis leerla en el sitio cuyo link os pondré a continuación) a la Sra. Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
En estos momentos ya han firmado más de 700 personas.
Se trata de firmar y difundir esta petición. Podéis hacerlo desde la misma página en los links correspondientes e incluso poniendo un link en vuestra página web. Yo lo voy a poner ahora mismo en el lateral de la mía para que podáis acceder desde ahí.
¡Mil gracias por vuestra atención y un saludo!
Mónica Alvarez
Edito para deciros que he tenido problemas para poner el cajetín de Actuable en la parte derecha de la web y que mientras subsano el error, podéis acceder igualmente desde aquí:
Pide que ser reconozcan los derechos de los padres en duelo gestacional-perinatal
Encendemos esta vela por todos los bebés estrella, por los que nacieron a término y por los chiquitos de pocas o muchas semanas. Desde SUA te invitamos a celebrar este pequeño ritual: Si quieres unirte enciende tu vela y copia hoy este mensaje en tu web, en tu blog, en el muro de tu red social…
Ángel de la Guarda
dulce compañía
no me desampares
ni de noche
ni de día.
Hace un año nació este blog con la intención de ser el escaparate al mundo de un tema con el que ya llevaba años trabajando desde el anonimato.
Hace 7 años surgió el foro Superando Un Aborto (SUA) fruto de la necesidad de tener un lugar en el que poder reunir información sobre las pérdidas en el embarazo y parto, un punto de reunión para personas que habíamos pasado por ello, un lugar en el que tal vez por vez primera sentirnos comprendidos en nuestro dolor y en el vacío que dejaron nuestros seres queridos que se fueron tan pequeñitos. Muchas personas nos hemos reunido alrededor del fuego a contar y sanar nuestras historias. En estos días se cumplen siete años de aquellas primeras reuniones y tengo que reconocer que hemos hecho un gran camino.
Mientras, recogiendo lo que tantas mujeres donaron de manera gratuita escribimos un libro: La cuna vacía. El doloroso proceso de perder un embarazo. En él por primera vez se habló de las pérdidas fuera del útero acogedor que es SUA. Llegó a muchas mujeres que tal vez no tenían acceso a internet y fue nuestra voz más allá del límite que supone la pantalla del ordenador.
También participamos en la elaboración de la Guía de de Atención a la Muerte Perinatal que ha supuesto un antes y un después para muchos profesionales en el modo de atender las situaciones de muerte perinatal en los hospitales. Muchos padres y madres se sintieron menos solos y atendidos realmente desde la empatía y sus necesidades reales.
El año pasado por estas fechas éramos conscientes por primera vez en el foro SUA de que estábamos de aniversario. Decidimos celebrarlo tímidamente, porque tampoco estábamos seguras de si debíamos celebrar algo ni de cómo hacerlo. Ceci propuso crear un video con fotos emotivas de los rituales que habíamos realizado por nuestros pequeños y salió algo hermoso. Fruto de ello fue la creación del canal SUA de Youtube del que hablaremos próximamente en el blog, pues hasta ahora no hicimos una presentación formal del mismo. A ese video le han seguido otros a lo largo del año, pero aquel fue realmente especial y todavía se nos pone la carne de gallina al verlo. También decidimos hacer un ritual conjunto, en un mismo día todos a la vez a lo largo del mundo encendimos nuestras velas en memoria de nuestros pequeños. Este ritual lo hemos seguido realizando mensualmente el tercer domingo de mes desde el atardecer del sábado. Ponemos nuestras fotos con nuestras velas en el foro, encendemos pequeñas candelas en nuestras casas y en nuestros corazones. Este año será un momento muy especial pues cuando comiencen a encenderse esas velas, estaremos participando en la I Jornada de Crianza en Red, un evento en el que hace siete años, no habríamos podido siquiera soñar con participar.
Han ocurrido más cosas este año pasado, como la participación de M. Àngels Claramunt y Susana Cenalmor en el Congreso de FEDALMA del año pasado con la comunicación corta “Pechos llenos Brazos vacíos” sobre la pérdida y la subida de la leche, siendo ganadoras en su modalidad de presentaciones. Fue otro hito en la vida del foro de cara al mundo y al público en general.
Hace un año cuando ya estaba en proceso el libro Las voces olvidadas que ya muchos conocéis, decidí abrir un blog, este blog, en el que reunir la información que ya comenzaba a aparecer en otros blogs, en otras webs. Con él además surgió la página de Facebook. Ya otras compañeras, muchas tras perder a sus propios bebés estaban tomando el testigo de hacer pública la información que poco a poco con un cuentagotas iba surgiendo aquí y allá.
El reportaje Stillbirth, de nuestra amiga Norma Grau, fue una de las primeras noticias que dimos. La suelta de globos en el mes de octubre en conmemoración de la semana de los Bebés Perdidos, tanto de Petits amb llum como de Uma Manita. La magnífica transcripción que hizo SINA de la exposición “Pechos llenos, brazos vacíos”, los “Otros retratos” de los seres queridos muertos que tan bien nos contó Nohemí… tantas noticias que nos han llegado este año.
Este mes se reúne por tercera vez el primer grupo presencial de apoyo a padres SUA moderado y liderado por Beatriz Fernández. Es un paso muy importante porque de aquí saldrá con mucha seguridad un modo personal de hacer grupo presencial consensuado desde SUA. Esperamos poder hablar de esto muy pronto.
También incorporamos este mes pasado la tiendita en el blog desde la que vendemos libros a través de Mundo Tueris y pronto venderemos figuritas de gomaeva desde Luna Artesana.
De aquí al futuro.
De aquí al futuro quiero primeramente hacer una pequeña campaña sobre un tema sobre el que todavía no he tenido tiempo de escribir, pero del que el blog de EPEN ya ha publicado su noticia: la muerte de los bebés altamente prematuros que no son juzgados viables, o de los bebés abortados por malformación que muchas veces nacen vivos y que suelen morir todos ellos solos alejados del abrazo de su madre y de la calidez del útero que los cobijó hasta ese momento. Da igual que mueran en una cuna o encima de una mesa. Mueren solos y alejados de sus seres queridos, iba a decir que “como perros”, pero muchos animales pasan sus últimas horas, menos mal, acompañados y abrazados por sus amos. Queremos que nuestros hijos puedan morir con dignidad. No me voy a extender más en esto, que me enciendo y tengo aún más cosas que decir.
Tengo muchos planes para esta página web. Porque ya no somos solamente un blog, somos una página web que dentro de nada va a tener adosada una plataforma pedagógica para todo aquel que quiera aprender, formarse, reciclarse, profundizar, aprender a llevar grupos presenciales… todo sobre las pérdidas gestacionales y perinatales. También tendrá un lugar para acoger a otro grupo de madres que aún no han tenido su espacio en la sociedad, aquéllas que pasaron por uno o varios abortos provocados. Será un lugar con contenidos exclusivos, cursos, foro, profesionales expertos en el tema… Hablaremos de esto también próximamente.
Me dejo un montón de noticias, de personas, de sitios web con los que nos relacionamos este año. No quisiera que este post se convirtiera en un testamento, tan largo que nadie llegara a leerlo hasta el final.
Quiero invitar a todo aquel o aquélla que rozó con nosotros de alguna manera y que le apetezca que añada su aportación y su recordatorio de lo que ha sido este año a modo de comentario al final.
¡Gracias por hacer de este blog lo que es!
¡Un gran abrazo!
Mónica Alvarez
El viernes 17 de febrero tuvimos ocasión de asistir a la presentación en Madrid del libro Las voces olvidadas. Pérdidas gestacionales tempranas.
Fue todo un lujo compartir mesa con Eva Darias de Ob Stare, editora encargada de la publicación del libro y con mis compañeras coautoras M. Àngels Claramunt y Laura G. Carrascosa.
Comenzamos con muchos nervios, llevábamos días poniéndonos de acuerdo en lo que diríamos, como lo diríamos y quién diría qué. Nos ceñimos bastante a lo que estaba programado, pero gracias a dios, fuimos disipando los nervios a lo largo del evento y pudimos entregarnos a hablar del tema que nos apasiona.
Abrimos con un video precioso creado por Ceci, una mamá de Sua que también aportó una poesía que leímos al final.
Explicamos cositas del libro, como el por qué del título, cómo comenzó el proyecto, por qué decidimos escribir sobre un tema tan controvertido como son los abortos tempranos. Casi para acabar pudimos ver un power point montado con M. Àngels en el que aparecían las imágenes de los avatares de muchas mamás de Sua junto con frases sacadas del libro, a modo de aperitivo para quienes no lo hayan leído.
Vino mucha gente, no sé si llegaríamos a 50, pero se cubrieron todos los asientos y todavía quedó gente de pie al fondo.
Era la primera vez que yo asistía a un acto así. Al final de la ponencia de los autores suele haber un tiempo para las preguntas del público. Me habían dicho que en general no se suele hacer preguntas. Nuestra presentación fue especial porque el momento culmen fue cuando se cedió el micrófono al público y comenzaron a preguntar. Se veía que tenían tantas ganas de “saber”, de compartir su experiencia… Teníamos un tiempo límite porque a continuación había otro acto en el local, muchas personas quedaron sin poder formular su pregunta…
La firma de libros fue también muy emocionante. No tuvimos presentación ni firma cuando escribimos “La cuna vacía”, así que para mí al menos, era la primera. Fue impresionante encontrarme cara a cara con los lectores. Una vez más me hubiera gustado poder tener un poco más de tiempo para charlar con cada uno, para conocer un poco más a tantas personas que se acercaron a que les firmara su libro.
Como os digo vino mucha gente a la presentación de sitios muy diversos no sólo de Madrid, como Johana, una mamá-doula que vino desde de Badajoz. Muchas gracias a todos los que os acercasteis a compartir este rato con nosotras.
Después, un nutrido grupo formado por mamás de Sua (incluída Ana que vive en Bélgica y estaba en Madrid en esas fechas con su marido y la pequeña Leyre visitando a la familia) y varias mamás de la asociación El parto es nuestro de la que todas las autoras somos socias, compañeras que han seguido con emoción las diferentes etapas hasta que el libro por fin ha visto la luz. Estuvimos cenando tranquilamente en un bar, charlando, compartiendo… Tuve ocasión de compartir asiento con Beatriz Fernández, de quien habéis podido leer varios artículos en este blog. También había venido a Madrid desde su Galicia natal, para ocuparse “de sus labores” como dice su marido. Una de esas labores ha sido reunir a varios padres y madres en el grupo presencial SUA que habían estado juntos la tarde anterior. Se notaba aún la emoción de lo que habían vivido, pero de esto hablaremos en otro artículo.
No hay palabras para describir las emociones que se palpaban esa tarde en el ambiente.
Qué rápido se pasó y cuántas palabras quedaron sin decirse…
Ahora nos quedamos con la ilusión del próximo encuentro: en Barcelona el 16 de marzo.
Por allí nos veremos, espero que sea igual de emocionante o más.
¡Un saludo a todos!
Mónica Alvarez