Hace muy poquito tiempo, no llega ni a un mes, ha nacido un nuevo espacio en la blogosfera materna: Niños del agua.
Es un lugar muy especial, creado por Ramón Soler, Elena Mayorga y Yazmin Buzendahl.
Como ellos mismos explican en la cabecera: Los niños del agua son aquellos bebés que han vivido sólo la etapa acuática del ser humano, la vida uterina. Este Blog está dedicado a las pérdidas gestacionales y su duelo y en él, vas a encontrar compañía, apoyo, ayuda e información.
Es muy importante que vayan surgiendo blogs y espacios dedicados al duelo en el embarazo y parto, porque ello va a ayudar a normalizar un hecho que es de por sí normal, pero que nuestra sociedad se ha empeñado en patologizar y, de hecho, lo ha conseguido, a través de mecanismos como el silencio, la negación, la ocultación del dolor…
Cada vez más personas de la blogosfera maternal se animan a poner sus sentimientos, emociones y descubrimientos personales en el camino del duelo a disposición para que otros navegantes puedan apoyarse en ellos para realizar su propio camino.
Desde aquí dar mi enhorabuena a Ramón, Elena, Yazmín, por tener la valentía de abrir la ventana de su corazón a través de la pantalla del ordenador y ser una lucecita más en la noche oscura del alma de tantas personas que se acercarán a ellos en busca de un poco de calor humano.
Conocí a Ramón en junio pasado y me pareció una bellísima persona. Entonces no conocía esta parte de su historia él y Elena perdieron a su hija Luna hace unos meses. Son psicólogos, trabajan ayudando a otras personas a reencontrar su camino, y no me cabe la menor duda de que esta experiencia le añade más profundidad, calidad y calidez a su trabajo profesional (además de toda la riqueza personal que les aporta). Yasmin Buzendahl es doula, es miembro de nuestra comunidad de duelo y compañera en las redes sociales. Aunque no ha vivido una pérdida en su cuerpo ha acompañado a muchas familias que han pasado por ello y vive sus duelos desde el corazón y la profesionalidad que le caracterizan ayudando a muchas personas a darle un sentido a esta vivencia más allá del dolor y del silencio.
Les he pedido si querían añadir algo más a esta presentación que os hago de ellos y de su blog y Elena me ha enviado el siguiente texto. Os dejo con sus palabras.
Un saludo: Mónica Alvarez
Hace unos meses pasamos por la que, sin duda, va a ser la peor experiencia de nuestras vidas, la pérdida de nuestra segunda hija, una pequeña bebé uterina a la que, entre su hermana, su padre y yo habíamos decidido ponerle el nombre de Luna. Nuestras vidas, alegres y despreocupadas hasta el momento en el que nos comunicaron la fatal noticia, se tornaron oscuras, tristes e insondables, como las noches en las que la Luna decide no mostrarse en el firmamento.
La muerte, aún más la de un bebé, es un tema aún tabú en nuestra sociedad. Todas las pérdidas uterinas, independientemente del momento y de la forma cómo se produjeron, son durísimas y devastadoras para las madres y padres que pasan por ellas. Todas llevan emparejadas llanto, dolor, pena y un desgarro profundo que te rompe el corazón y te marca, de por vida, el alma. Además, al ser un tema del que casi no podemos hablar, nuestro desconsuelo es aún mayor y nos vemos, de repente, sumidas en la incomprensión, la negación y la soledad.
Sin embargo, después de la oscuridad siempre llega la luz. El tiempo, la elaboración de un duelo sano, la compañía de tu pareja, de tus hijos (también doloridos y hondamente marcados por la experiencia), de tus amigos, familiares, y el apoyo incondicional de hermanas del corazón que te arropan y te protegen (como nuestra amiga y doula Jasmín), ayuda a que llegue un día en el que otra vez tengas ganas de levantarte y vivir. Y no sólo vivir por ti, por tu pareja y por la hija que está contigo, sino también, por la bebé especial y única que te acompañó durante unos maravillosos días, semanas o meses.
Los Niños del Agua son aquellos bebés que han vivido únicamente la etapa acuática del ser humano (la vida prenatal). Son nuestros preciosos bebés-pececillos del mar uterino, que compartieron con nosotras un breve periodo de nuestras vidas y nos mostraron el camino a seguir para aprehender la esencia de la existencia fuera del útero. Luna fue y por siempre será nuestra Niña del Agua.
Nuestro blog, inspirado por todas las experiencias que hemos vivido estos meses, surgió con la idea de brindar apoyo emocional, compañía e información a todas las mujeres, hombres y niños que han sufrido una pérdida gestacional o perinatal. Además, creemos que es muy importante guardar memoria de nuestros Niños del Agua, hablar de ellos, hacerlos visibles, contar sus historias y compartir, con todos los que se acerquen a nuestras páginas, el legado de estos preciosos y sabios bebés. Bienvenid@s a la casa de los Niños del agua, su casa, vuestra casa.
Elena Mayorga