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04/07/2011 By Monica Deja un comentario

Hospitalización durante la pérdida de nuestro bebé. Aspectos emocionales.

Por Nuria Otero y Beatriz Fernández.

Ponencia presentada dentro del marco de las Jornadas: Las distintas caras de la Vivencia Maternal.

Todos conocemos el ciclo vital de los seres vivos: nacen, crecen se reproducen y mueren. Todos conocemos más o menos cómo se inicia un embarazo, cual es su desarrollo y cómo se puede dar el momento del parto. A todas nos han contado que nos quedamos embarazadas y, nueve meses más tarde, nos llevamos de premio un precioso bebé a nuestra casa. Pero en muchas ocasiones este ciclo vital no se cumple o lo hace con dificultades, incluso es posible que ese “premio” no llegue y hemos de afrontar esa ruptura.

Como ya sabemos, una de las causas de hospitalización en el embarazo es la amenaza de aborto. Muchas veces todo queda en un susto, reposo y control posterior durante un tiempo o durante todo el embarazo. Pero, tristemente, otros finales no son felices.
Más mujeres de las que imaginamos han tenido que pasar por la pérdida de un bebé tanto en las primeras semanas de embarazo como, con menos frecuencia, en etapas más avanzadas de su gestación.

La noticia de la pérdida de un bebé genera en la mujer y en su pareja no solo tristeza, sino múltiples sentimientos que a veces no sabemos gestionar y van desde la culpabilidad:
– Nos decimos a menudo: “Si no hubiera cogido ese peso…”; “Si no hubiera dudado si tener al bebé o no…”; “Si hubiera cuidado mejor de mi mujer…”
Podemos pasar también por la negación a que esto sea real, que nos hace desconfiar de la tecnología que lo ha diagnosticado y de los profesionales que la manejaban por mucho que nos aseguren que el diagnóstico es correcto.

Y, al aceptarlo, podemos perder la confianza en nuestra capacidad física para ser madres, lo que puede marcar nuestras siguiente maternidades o incluso hacer que nos replanteemos la decisión de ser madres.
Todo esto nos puede ocurrir. Y realmente ni nos estamos planteando el demoledor efecto emocional de abortos repetidos.

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Así podemos pasar por estados de:
– Culpabilidad.
– Dolor.
– Incomprensión.
– Baja autoestima.
Estas son algunas de las emociones que podemos experimentar y que en el hospital, ese lugar donde tenemos por toda ocupación dar vueltas a nuestras ideas y sentimientos, donde quien se suele dirigir a nosotras está acostumbrado seguramente a casos como el nuestro a diario, pueden hundirnos mientras, por otro lado, recibimos de modo rápido y rutinario informaciones y tratamientos que muchas veces no entendemos.

Nuestro proceso interior hace que necesitemos otros tiempos, otros ritmos para asimilar esas informaciones y tomar decisiones plenamente conscientes. Pero el sistema sanitario suele carecer de ese tiempo. El personal actúa del modo que marcan los protocolos y estos protocolos no suelen atender a las emociones de esa mujer y/o su familia.
Para el sistema se trata de ir preparando a las mujeres que van a pasar por un legrado de un modo eficiente, como si se tratara de una cadena de montaje que, por operatividad, es el sistema más efectivo y aconsejable. Pero humanamente destroza a la mujer, le hace sentir que es una “cosa” que se ha roto y han de arreglar. Y no se puede pedir a la mujer que entienda el por qué de ese modo de actuar del sistema. Bastante tiene con sobrellevarlo junto a su marea de emociones.

La atención a esas emociones es la que precisamente marca la diferencia. La que no elimina el dolor, pero ayuda a encauzarlo.
Nos ayuda a entender nuestra falta de culpa, a verbalizar lo que pensamos y sentimos para que podamos trabajar con ello; a ser más conscientes del procedimiento médico; a confiar en que nuestro cuerpo puede darnos el regalo de la vida.

¿Si en un accidente en el que perdemos a alguien querido podemos necesitar apoyo psicológico y/o emocional, en la pérdida de nuestro bebé realmente no es necesario? No, no es necesario: es fundamental.

Para el sistema sanitario, siguiendo el lenguaje médico y legal que han de utilizar, es un feto, un embarazo incipiente, una gestante primípara, un hematoma placentario…
Pero para nosotras es nuestro bebé, nuestra ilusión y esperanza de ser madres, nuestro primer y emocionante embarazo, el riesgo de que nuestro bebé no llegue a estar en nuestros brazos…

Evidentemente, el punto de vista hospitalario es absolutamente distinto al punto de vista emocional. Y lo es tanto en el embarazo, como en una pérdida y, por supuesto, en el parto.

Fuente: http://serdoulasinfo.blogspot.com/2011/01/hospitalizacion-durante-la-perdida-de.html

 

Publicado en: En otros blogs, Red de mujeres, Tratamiento expectante Etiquetado como: #mamásenduelo, duelo gestacional y perinatal, Post invitado

20/06/2011 By Monica 2 comentarios

Lactancia y Duelo. Congreso de Fedalma. Casteldefels 2011

Los días 1 y 2 de julio se celebra en Castelldefels el cCongreso de Lactancia materna organizado anualmente por la Federación española de grupos de apoyo.

 

Susana Cenalmor y M.Àngels Claramunty presentarán la comunicación libre:

Pecho lleno, brazos vacíos: manejo de la lactogénesis II en la pérdida perinatal

Las pérdidas perinatales son  un tema tabú en la sociedad actual que comienza a destaparse: Un tema que durante años ha sido escondido y con él, calladas las voces de millones de mujeres que han pasado por tal situación. Cuando una mujer pierde a su hijo la sociedad  la silencia. No se habla de bebés, se guarda el ajuar preparado y se venda el pecho, un pecho lleno, de amor que desgarra, de dolor… y de leche.

La subida de leche tras una muerte perinatal  es un hecho posible  a partir del  segundo trimestre de embarazo. A veces incluso antes. Dado el número de pérdidas que suceden (en el año 2009, el INE registró una tasa de 4,55 casos por cada mil nacidos vivos de pérdidas perinatales sumando un  total de 2621 casos  y 49889 casos de embarazo con resultado abortivo registrados), podemos afirmar, por tanto, que esta vivencia  afecta a un número importante de mujeres

Tras  varios años de trabajo en acompañamientos  a madres que han perdido  a sus bebés  hemos podido observar la clara falta de información o información errónea que reciben las mujeres acerca del manejo de la lactogénesis II cuando han perdido a su hijo. Hemos realizado una encuesta-seguimiento de 20 casos en los que  las madres nos relatan su experiencia con el fin  de valorar el impacto psicosocial que ha representado  para ellas.

Hemos observado  que no  existe ningún tipo  de protocolo  ni estudio que valore el impacto que puede suponer  este manejo. Pretendemos abrir  una línea de trabajo basada en la revisión de protocolos actuales  y /o creación de nuevas guías de actuación  con el objetivo de que se tenga en cuenta las necesidades y el correcto acompañamiento de las mujeres con los pechos llenos y los brazos vacíos.

Por lo general la  lactogénesis II  se inhibe en estos casos de manera farmacológica sin informar previamente a las madres en la mayoría de las ocasiones. Tras estudiar las encuestas realizadas se relata como a la  gran mayoría no se les informó, o bien les impusieron el fármaco por prescripción médica o bien no se trató ese punto: no se les dio medicación ni se les informó de lo que podía ocurrir en caso de subida de leche.

Observamos una necesidad de normalizar un tema tabú en la sociedad, ofreciendo información clara, formación básica a profesionales y asesoras en duelos perinatales.

Invitamos a una reflexión sobre las prácticas protocolarias habituales o falta de protocolo en estos casos

 

Proponemos  abrir posibilidades de actuación relacionadas con la facultad de dotar a las madres para que puedan escoger el tipo de manejo frente al inicio de la lactogénesis II: inhibición farmacológica o fisiológica de la lactancia, así como diferentes posibilidades de uso de la leche extraída (donación, uso para otros hijos…)

 

Alertamos de la necesidad de dar información (consentimiento informado), dejar elegir y dar apoyo emocional a la mujer durante este proceso.

M. Àngels Claramunt y Susana Cenalmor

 

Publicado en: Aborto espontáneo, Información cursos, Lactancia y duelo, Saliendo del armario Etiquetado como: Estudios científicos, Lactancia y duelo, Post invitado

12/06/2011 By Monica Deja un comentario

Entrevista a Beatriz, doula, en Espejo Público

Publicado en: Aborto espontáneo, Beatriz Fernández, En la prensa, Muerte perinatal, Saliendo del armario Etiquetado como: videos

07/06/2011 By Monica Deja un comentario

Bebés y más: “El entorno niega el dolor del aborto”. Entrevista a la psicóloga Mónica Álvarez (I)

Copio aquí la entrevista publicada en Bebés y más. Cada vez el Duelo Gestacional y Perinatal es noticia en más espacios físicos y virtuales.

 

 

Hoy, queriendo ampliar el tema ya tratado de las necesidades psicológicas de una mujer que sufre un aborto, vamos a entrevistar a Mónica Alvarez, psicóloga especializada en Terapia de Pareja y Familia. Es, además, junto a M. Àngels Claramunt, creadora del foro Superando un aborto, donde comenzó pretendiendo dar apoyo y escucha a las madres y sus familias, pero que llegaría también a compartir personalmente cuando perdió un embarazo muy deseado.

Actualmente es madre de dos niñas y profesionalmente atiende consultas online tratando de conciliar su profesión con la crianza de sus hijas y podemos leerla en dos páginas fundamentales para entender las implicaciones emocionales del aborto, Duelo gestacional y perinatal y Psicoterapia perinatal.

En nuestra entrevista a la psicóloga Mónica Álvarez vamos a profundizar en los aspectos psicológicos del aborto y sobre el momento de pedir ayuda a un especialista, tema del que hablamos con la psicóloga Paz Ferrer y que ahora completamos con una segunda opinión para dar a nuestros lectores una visión lo más completa posible.

¿Qué impacto tiene el aborto en la mujer?

Para una madre perder un hijo mientras lo está gestando puede ser una experiencia devastadora que ponga su casa mental-emocional-social… patas arriba. Como todas las crisis vitales, es un momento en la vida para cuestionar muchas cosas que se creían inamovibles, es un oportunidad de crecimiento emocional y espiritual que deja una huella indeleble en la persona, tanto si se aprovecha, como si no.

 

En nuestra sociedad se nos educa para la vida, no pensamos que la otra cara de la moneda de la vida es la muerte y que no es algo que siempre toca a los demás. Cuando una mujer se queda embarazada lo último que piensa es que lo va a perder, en la mayoría de los casos. Aunque tenga casos cerca y los tenga en cuenta, el descubrir que le está pasando a ella puede ser un shock inmenso incluso en los primeros estadíos del embarazo. Esto se agrava porque además hay poco espacio para llorar, despedirse, honrar a un bebé que sólo tuvo vida dentro del útero.

¿Es igual la vivencia para todas las mujeres?

Cada mujer es un mundo y cada una lo puede vivir de manera diferente. Hay otras variables que influyen también en la manera de procesarlo (si se han vivido o no duelos previos, cómo ha sido su historia vincular con la propia madre, el apoyo que reciba sobre todo de su pareja…), pero de cualquier manera, lo que solemos decir a las mamás que entran en el foro Superando un aborto en busca de información, apoyo, consuelo es que, casi cualquier cosa que se le pase a una por la cabeza, que no se preocupe, que seguro que es normal para esa persona.

¿Depende la reacción emocional del tiempo del embarazo?

No. No se puede comparar el dolor. Al foro vienen mujeres que han perdido a sus bebés en cualquier mes de la gestación y todas traen su dolor, su angustia, su pena a cuestas. No se puede comparar el dolor de quien perdió un bebé en el 7º mes con quien lo perdió en la semana 7ª de gestación. Nadie tiene el derecho de atribuirse el título de “mi dolor es más fuerte” porque no tenemos ningún aparato que lo pueda medir.

El dolor es muy subjetivo y hasta el bebé que se fue pesando unos pocos gramos se lleva consigo toneladas de ilusiones rotas.

 

¿Es diferente el duelo en una perdida perinatal?

El duelo como concepto, las fases psicoemocionales que se atraviesan son las mismas para todas las personas en todo tipo de pérdidas. Desde perder un ser querido, un trabajo, una mascota, un brazo que te han amputado, el reloj que te regalaron en la comunión… todos son pérdidas y conllevarán su propio duelo, más o menos intenso según la característica de la pérdida. Aunque el duelo como tal es universal luego cada uno lo hace propio, a su manera.

En nuestra sociedad se cree que el primer trimestre es el “peligroso”, es el la etapa de la gestación en la que más pérdidas se producen. Una vez pasado éste muchas mujeres se olvidan de que la vida y la muerte muchas veces van de la mano y que aunque estadísticamente el número de pérdidas que se producen en el segundo y tercer trimestre es menor, también ocurre. Será en un porcentaje muy pequeño, pero al que le toca, le toca el 100%. El shock, la sorpresa, son mayores.

La mayoría de las mujeres que se quedan embarazadas no piensan en que lo podrían perder, siempre es una sorpresa. Pero haber sentido al bebé en el vientre, haber pasado los nueve meses de embarazo, y perderlo, hace que el bebé sea más real. Como en esas pesadillas en las que ya estabas casi a punto de conseguir tu deseo y se escapa cuando lo tienes justo al alcance de la mano.

¿Deberían ofrecer ayuda psicológica a todas las mujeres que pierden un embarazo?

Sería muy interesante ofrecérsela sí, aunque en nuestra sociedad no hay cultura de tratarse a nivel emocional, ni en estos casos ni en ningún otro.

¿Se hace bien la atención emocional al aborto en general en los hospitales?

En los hospitales se ocupan de la parte física de la pérdida. Luego hay que tener suerte y topar con personal con un mínimo de sensibilidad.

Para las pérdidas a partir de la semana 28 comienza a haber protocolos en algún hospital para acompañar a los padres de manera más humana. Pero en general el trato por parte de los profesionales de la medicina es bastante aséptico y en muchos casos con una falta total de tacto.

Es verdad que, por ejemplo, el oficio de una enfermera es curar la herida física, pero también hay un trato emocional que hay que ayudar a sanar, o al menos no interferir ni hacer que se dañe más aún. El problema es que para tratar con un ser doliente hay que estar familiarizado con el propio dolor, con la propia historia de duelos y esto es algo que se evita siquiera aceptar que existe.

Hay muy poca formación en general en inteligencia emocional en los trabajadores de hospital, al menos en el área de obstetricia y ginecología.

 

¿Están preparadas las mujeres para esto?

Nunca se está preparado para una pérdida. Sabemos que la muerte existe, pero siempre es algo que “les pasa a otros”. Aunque ya hayamos pasado por ello y estemos sobre aviso, una nunca está preparada para perder un hijo.

Ni las mujeres están preparadas, ni, como he dicho, en muchos casos, los profesionales que las tratan en el hospital. En Superando un aborto muchas mujeres vienen con una carga traumática considerable a consecuencia del trato recibido en el hospital.

¿Sería necesario preparar a las gestantes para esta posibilidad o no hay preparación posible?

El problema es que esta sociedad nuestra hace una negación total sobre la muerte y en concreto en este sobre la pérdida de un bebé en el seno. Habría que darle la vuelta a toda la manera que se tiene de vivir y tratarlo, algo que al fin y al cabo es tan normal como la vida misma. Las personas aprendemos por imitación, la mujeres aprendemos a callar y a ocultar si eso es lo que les hemos visto hacer a nuestras madres, tías, abuelas, vecinas…

Lo ideal sería introducirlo en las clases de preparación al parto, pero desconozco qué tipo de acogida tendría. Además las clases se suelen hacer en el tercer trimestre, con lo que las pérdidas anteriores no se tratarían. A lo mejor la matrona en la primera visita del embarazo podría hablar de ello, como una posibilidad más, informar qué hacer en caso de, para que no pille sin información de ningún tipo.

De todas formas, sigo pensando que el entendimiento del aborto es un problema de esta sociedad. En el momento en que se pueda hablar con normalidad de la pérdida fisiológica como otra fase del desarrollo psicosexual de la mujer y recuperemos el derecho a parir a nuestros hijos estén vivos o muertos…; cuando esté normalizado el perder un bebé y poder llorarle, cogerse una baja, estar K.O. porque eso es lo que nos pide el cuerpo sin que se nos pongan trabas ni exigencias de estar bien o de volver “a la vida normal”. Entonces sabremos que la pérdida es un golpe muy duro, pero que la vida sigue. Ahora para muchas mujeres el aborto es un gran pozo negro del que no saben ni si llegarán a salir.

¿Cuándo es indispensable la atención psicológica?

El duelo comprende una serie de etapas, según Elisabeth Kübler Ross hablaríamos de shock, negación, negociación, tristeza, ira, aceptación.

Cada persona las vive de una manera diferente. A veces se solapan etapas o se cambia el orden, lo que es seguro es que se va transitando de una a otra. Al cabo de un año se puede haber hecho todo el camino, aunque hay personas que necesiten más tiempo. Si hay una fijación en alguna de las etapas que bloquea el avanzar ahí habría que ver qué es lo que está sucediendo y cómo “desatascarlo”.

Nuestra sociedad está fijada en la negación de la muerte en el vientre materno, con lo que muchas personas se quedarán fijadas ahí también al no tener modelos de referencia en los que apoyarse para avanzar. No lo veo, luego no existe, aquí no ha pasado nada.

En otros duelos el doliente tiene la oportunidad de llorar, cogerse una baja si lo necesita… Tiene derecho a deprimirse durante un tiempo. Aquí no. Muchas mujeres a las que les han detectado una malformación se van a hacerse un IVE y al día siguiente a trabajar. Y aquí no ha pasado nada.

¿En qué síntomas nos podemos fijar para detectar la necesidad de ayuda psicológica?

Un síntoma claro es la negación, que alguien te diga que no lo necesita y tú la ves que está hecha polvo, triste, tal vez descuidada, con síntomas físicos (diferentes enfermedades que pueden manifestar a nivel físico el desequilibrio energético interior), que deja de salir, de relacionarse, que adelgaza o engorda muchos kilos en poco tiempo.Todos estos síntomas pueden darse en una persona o darse uno sólo.

Hay que ser conscientes del nivel de bienestar que se ha perdido desde la pérdida, el tiempo transcurrido (tres meses después sería normal, dos años después, no), los apoyos que se tienen.

A veces se necesita terapia no ya por el tema del duelo, sino para neutralizar la influencia nefasta que pueden ejercer amigos y familiares mal informados y no digamos los servicios médicos.

El entorno niega el dolor del aborto

¿Cómo convencer a una mujer que niega necesitar ayuda?


No se puede convencer a nadie que no quiera hacer terapia a hacerla. La terapia ha de ser voluntaria. Lo importante es que la mujer sepa que puede acceder a este recurso y que lo haga cuando sienta que lo necesita.

 

Hay otro problema y es que la mayoría de las personas cada vez tienen más conocimientos de psicología, y eso es bueno, significa que hay interés, que la información corre libre. Pero hay un problema, que se pretenda ayudar a quien lo que necesita es un profesional. O que la persona necesitada de terapia se autoconvenza que lo suyo se arregla hablando con las amigas. Hay cosas que se pueden solucionar, sí, pero hay problemáticas, como los traumas, que precisan ayuda profesional, pues puede hacerse más daño que otra cosa si se intenta hurgar sin tener los conocimientos adecuados.

¿Qué hace mal el entorno en estos casos?

 

Como decía anteriormente, el entorno mayoritariamente lo que hace es negar el dolor del aborto. Hay casos en los que la familia reacciona estupendamente y apoya y ayuda a los padres, pero lo normal suele ser lo contrario.

 

La pérdida se ha vivido siempre como un tabú, con lo que la pareja que lo sufre se suele ver sola a la hora de elaborar su duelo. Las típicas frases que se dicen cuando no se sabe qué decir de “mujer legrada mujer embarazada”, “tienes más hijos”, “ahora tienes que ser fuerte por tus otros hijos”, “total eres ya mayor”, “total, con la guerra que dan los niños”, etc. hacen más daño que otra cosa. Si no sabes qué decir, es mejor permanecer callado, de verdad que se agradece no tener que escuchar tonterías.

¿Es normal necesitar ayuda? ¿Nos hace eso más débiles?

Al contrario, pedir ayuda nos hace más fuertes. O somos más fuertes cuando pedimos ayuda. Otro tabú y otro mito: está mal visto ser vulnerable. Nos han vendido la película de la Superwoman y nos lo hemos creído tanto que ya no sabemos quitarnos la capa.

 

 

¿Cuáles son las fases normales de un proceso de duelo?

Hay varias maneras de “contar” las fases según la escuela psicológica o el autor que lo haga. A mí me gusta la que enunció Elisabeth Kübler Ross: Shock, negación, negociación, ira, tristeza, aceptación.

¿El tiempo para superar un aborto es variable?

Se suele dar un año para transitar todas las fases del duelo, aunque puede haber personas que les cueste algo más o algo menos. Suponen toda una escuela de crecimiento, es como la imagen de la serpiente que cambia de piel. El duelo también nos cambia y nos convierte en personas distintas, más fuertes, más seguras. Y para eso hace falta tiempo, cada uno sabrá cuánto necesita.

 

Con esto terminamos la primera parte de esta profunda y enriquecedora entrevista a la psicóloga Mónica Álvarez, especialista en duelo gestacional y perinatal, que nos ha enseñado mucho sobre las emociones del aborto y la manera de vivir este duelo indispensable. Habrá una segunda entrega en la que seguiremos descubriendo más cosas sobre lo que una psicóloga y terapeuta especialista en duelo puede enseñarnos.

En Bebés y más | Abortos naturales: aspectos psicológicos, Abortos naturales: causas y tipos de aborto, La depresión por la pérdida de un embarazo puede durar varios años, Pérdidas de sangre en el primer trimestre de embarazo, Abortos naturales: causas y tipos de aborto, Abortos naturales: ¿se pueden prevenir?

Fuente: http://www.bebesymas.com/embarazo/el-entorno-niega-el-dolor-del-aborto-entrevista-a-la-psicologa-monica-alvarez-i

También se hizo eco de este artículo: http://mimosytta.wordpress.com/2011/06/07/entrevista-a-monica-alvarez-en-bebes-y-mas/

 

Publicado en: Aborto espontáneo, En otros blogs, General, Muerte perinatal, Red de mujeres, Saliendo del armario Etiquetado como: duelo gestacional y perinatal

02/06/2011 By Monica 6 comentarios

Del blog de Kai: Contacto piel a piel

Paloma es una mamá muy especial que tuvo el pasado otoño un bebito también muy especial llamado Kai. Queremos enlazar a su blog con este relato. Otro día os hablaremos más de ellos. De momento es nuestra manera de unirnos a la celebración del Día Mundial de los Derechos del Nacimiento, el 7 de junio de 2011.

Contacto piel a piel (5-2-11)

Recuerdo como si fuera ayer, que después de parir a mi hijo primogénito me sentí poderosa, ese poder, esa sabiduría ancestral me han acompañado desde entonces. “Me sentí una con todas las mujeres que han parido alguna vez. Me sentí poderosa y conectada con algo de mi interior que no sabía que estaba ahí. Ocupé mi puesto entre el linaje de las mujeres madres”. Suelo estar conectada con mi cuerpo y siempre me he sentido profundamente conectada con mis hijos, cuando estaban creciendo dentro de mi. En este último embarazo esta conexión ha sido vital y me atrevo a decir que providencial. Yo no sabía entonces lo que acaban de confirmarnos tres  meses después de su concepción (que tenía una trisonomía incompatible con la vida). En todo momento me negué a hacerme amniocentesis, cariotipos, por lo que a parte de la información de las ecografías, no sabíamos exactamente el problema que pudiese tener nuestro bebé. Por eso los médicos nos ofrecían (aparte del aborto), la posibilidad de intervenciones intrauterinas, de provocar el parto, de operar al bebé nada más nacer etc…Y yo después de instantes de duda, siempre decía a todo que NO, porque yo no veía futuro. Cuando el parto era inminente volvieron a preguntarnos que hacer con el niño cuando naciese y  tras una mirada a mi marido yo bien segura y con lágrimas en los ojos, dije que lo único que deseaba era que mi hijo permaneciese en contacto piel a piel conmigo.
Nuestro bebé vivió aproximadamente quince minutos, pero esos minutos permaneció encima de mi pecho y con su manita agarrado al dedo de mi marido. Hoy hace tres meses de aquella bienvenida y de aquella despedida y me siento profundamente feliz e inmensamente agradecida. ¡¡¡Gracias Señor porque me diste en esos momentos “sabiduría” para no escuchar a aquellos “expertos” que me decían que en  una situación así, el contacto piel a piel era algo secundario!!!!.
…..Es lo único que se llevó nuestro hijo de recuerdo…. de su corto paso por esta vida….el olor, el calor, el amor, de su mamá y su papá.

Nota: La cita de diferente color aparece en el libro “Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer”

Publicado en: En otros blogs, Rituales, Tratamiento expectante Etiquetado como: duelo gestacional y perinatal, emociones, Hablan los padres, Testimonio

30/05/2011 By Monica 5 comentarios

COMPARTIENDO LA PÉRDIDA DE UN BEBÉ ENTRE EMBARAZADAS

Por Gabriella Bianco.

Confieso que no amo los imprevistos, aunque cuando llegan me brindan excelentes oportunidades de aprendizaje. En esta ocasión en particular, el imprevisto fue un gran regalo que la vida nos trajo a mi y a las mujeres y hombres con quienes compartí unas horas el pasado sábado por la mañana, en un pueblo del interior de Mallorca.
Estaba invitada a dar una charla acerca de las consecuencias psicológicas de la maternidad empezada por un parto que no fue lo que hubiéramos esperado o deseado. Se trata de un tema que me resulta muy familiar, una charla que he repetido varias veces. El público que suele llegar está compuesto en su mayoría por mujeres que han sido madres por cesárea o por partos muy intervenidos y que acarrean diversas lesiones y/o consecuencias importantes en sus vivencias como madres y mujeres, así como en su salud bio-psico-social.

Esta vez fui a un pueblo…y venía avisada de que en un pueblo el público suele ser más “imprevisible” y/o eterogéneo.
Con un número reducido de asistentes preferí empezar por una ronda para presentarnos y explorar las expectativas que cada un@ tenía a la hora de acudir, la motivación con la cual cada un@ lllegó a decidir pasar una estupenda y soleada mañana de sábado en la Bibilioteca Municipal (!).

Escuchando l@s asistentes me di cuenta que estaban planteando dudas y necesidades muy distintas entre ell@s. Decidimos entonces conjuntamente seguir escuchando-nos, tratando de resolver dudas y dar información “sobre la marcha”, reservando para el final un espacio más reducido dedicado a las consecuencias de un parto/nacimiento muy intervenido y las consiguientes implicaciones para la salud perinatal.

Entre l@s assitentes había mujeres embarazadas que esperaban con ilusión y cierto miedo a su primer bebé.

También asisitían mujeres que habían sido madres por cesáreas no respetadas y partos muy intervenidos, que habían dejado secuelas en sus cuerpos y en sus almas.
Asistía también una comadrona sensible e implicada con su trabajo y las mujeres, quien planteaba la dificultad de acompañar un puerperio o posparto caracterizados por la insatisfacción y dolor de la madre, recalcando la necesidad de adquirir nuevas herramientas de acompañamiento para ponerlas al servicio de las usuarias desde su lugar como profesional.
La última en hablar fue una mujer con una mirada atenta y tierna, quien se había sentado a mi derecha en la ronda que habíamos formado al sentarnos en círculo. Empezó tímidamente diciendo que el título de la charla le llamó la atención…porque su parto no había sido lo que hubiera deseado, especialmente porque consciente de parir a un bebé a término que ya no vivía. Habiendo pasado unos meses desde su parto y la pérdida de su bebé, llegó a la charla buscando información acerca de cuando y como poderse enfrentar a una nueva maternidad, ya que confesó sentir cierto temor e inseguridad cara a un futuro embarazo.
Estaba hablando de su experiencia de parto una mujer para la cual el parto había significado desprenderse para siempre de su amado bebé. De forma muy espontánea surgió que empezara a compartir su experiencia de transición de mujer a mujer-madre (es decir su experiencia de parto) con las otras mujeres, y muy especialmente con quienes tendrían sus partos dentro de pocas semanas y acababan de confesarnos sus temores y dudas.
Con valentía y emoción esta mujer nos contó como llegó al hospital con un bebé cuyo corazón había dejado de latir en la semana 39 de gestación, suplicando por una cesárea para “que me lo saquen y todo se acabe rápido“. Ahí la recibió una ginecóloga que la escuchó para luego informarla acerca de las ventajas de un parto vaginal para preservar una futura vida reproductiva saludable, y la invitó a meditar una decisión con tranquilidad. Nos contó como había sido acompañada en todo momento con serenidad, respeto y amabilidad.
Explicó lo fácil que había sido para ella parir a su bebé, como puede ser de placentero el parto y de soportable el dolor. Nos transmitió con emoción toda la intensidad de su parto, de como habló con su pequeño mientras le invitaba a salir al mundo y separarse de su cuerpo diciéndole “Ayúdame cariño, esto es algo muy importante y lo último que haremos juntos mamá y tu“, de como la matrona que la estaba acompañando se emocionaba con ella, de como le dijo “tu bebé es precioso!” en cuanto le recibió y antes de pedirle permiso para apoyarlo en cima de su pecho y dejarles solos (padre, madre y bebé) durante un tiempo. Y nos transmitía con cada palabra, con cada gesto de como este trato humano y cálido había contribuido a hacer que se sintiera Madre en este momento, protagonista de este irrepetible circustancia junto a su pareja y a su bebé.
Esta madre estaba visiblemente emocionada y agradecida por poder compartir su bella experiencia de parto sin esconder ni evitar la inmensa tristeza y dolor por haber perdido lo más querido de sus amores, dando ánimos a las madre embarazadas “…parir es maravilloso, ya veréis, os dejará con mucha fuerza, es intenso y es una bendición…y más cuando tu bebé se queda contigo y le puedes seguir abrazando y amamantando…“. Sus palabras, su tono de voz, su dulce sonrisa, sus ojos brillantes de lágrimas nos llegaron como un inmenso regalo al alma, como un abrazo cálido y empoderante, como sabiduría profunda y generosa.
La Matrona veló por esta madre, padre y este bebé durante todo el tiempo del parto, supo brindar buena información a la mujer/pareja, recogimiento a la familia, dejándoles tiempo para tomar las decisiones importantes, hablándoles dulcemente de lo lindo que era su bebé y ofreciendo a la madre contacto piel con piel, fotos, una cajita de recuerdos (paño en el que envolvieron al bebé al nacer, brazalete con su nombre, hormas de pies y manos…), etc. La mujer no se sintió en ningún momento juzgada ni abandonada, sino acompañada y sostenida, cuidada y contenida.Cuanto me hubiera gustado que otras muchas mujeres que aprecio y quiero, madres de bebés que se han ido demasiado pronto, hubieran podido vivir el momento de parir a sus bebés sin vida con el mismo trato amoroso, digno, humano y altamente profesional que recibió esta madre al separarse y despedirse para siempre de su hijo!
Una madre que se encuentra en la situación de parir un bebé sin vida tiene naturalmente el mismo derecho al mejor y más respetuosos de los acomapñamientos! Ya es extremadamente grande el dolor por la pérdida como para gestionar más dolor por un trato anónimo o que puede incluso dejar secuelas que perjudiquen no solamente el inevitable proceso de duelo al que esta madre (padres) se enfrentará, sino también su futura vida sexual y reproductiva, además de su salud mental.

LA PÉRDIDA DE UN BEBÉ

Gracias a esta madre que apareció como si de un angelito se tratara en una ocasión como la de este pasado sábado, hoy sabemos que estas heridas añadidas se pueden evitar gracias a un acompañamiento profesional sensible y respetuoso. Nos hemos emocionado con ella, nos hemos sentido cerca y hemos admirado la profesionalidad y la humanidad de aquella matrona con la que hoy la mujer se siente profundamente agradecida, a la que nunca olvidará por haberla acompañado con Amor en el momento más feliz y -a la vez- más triste de su vida.

Gracias a la presencia de esta madre en este espacio destinado a una charla que se dejó atrás para priorizar las necesidades de l@s asistentes, pudimos abrir una reflexión acerca del nacimiento y de la muerte como abertura y cierre del mismo ciclo vital y partes de un todo, de la cercanía de nacimiento y muerte desde un punto de vista simbólico y arquetípico…

La matrona que acompañó a esta mujer en su parto asisitió el otoño pasado a uno de los cuatro seminarios de capacitación en “Atención al Duelo por Muerte Perinatal”, formación por la cual apostó la Associaciò Balear de Comares en 2010, organizando seminarios en todo el Arcipélago. Esta acción formativa dió la posibilidad a más de 90 profesionales sanitarios de profundizar sus conocimientos y ensayar nuevas herramientas de actuación y buenas prácticas acerca de un tema que ha sido tabú durante demasiado tiempo, tanto en las Universidades como en los paritorios de nuestro país. Estoy gratamente sorprendida de la rapidez, eficacia y sensibilidad con la cual alguna matrona ha podido realizar cambios muy considerables en la atención a la muerte perinatal en tan breve tiempo. Esto me confirma que el cambio es más de la formación, conocimientos y una buena dosis de evidencia científica. El cambio es un cambio de actitud y depende de la voluntad de explorar los propios sentimientos, conectar con la emoción, aprender a gestionarla y, desde ahí, poner en marcha una acción que marca el cambio.

Salí conmovida, feliz y confiada -más que nunca- que el cambio es imparable y se ha de seguir haciendo entre todas, que las mujeres -juntas- lo conseguiremos!
Gracias desde el profundo de mi corazón a esta maravillosa madre de un bebé-estrella para enseñarme que esto es posible, a su matrona por su saber estar, a l@s asistentes que compartieron esta gran lección conmigo este sabado y a su capacidad de acoger a la madre que nos habló con los brazos vacíos y a todas las mujeres que me permiten aprender de ellas cada día, desde las lágrimas y las sonrisas!

Publicado en: En la calle, Red de mujeres, Saliendo del armario Etiquetado como: Círculos maternales, duelo gestacional y perinatal, Post invitado, sanación, Testimonio

22/05/2011 By Monica Deja un comentario

Ritual del mes de mayo 2011

Ritual del mes de mayo

Angel de la guarda

dulce compañía

no me desampares

ni de noche

ni de día

Publicado en: General Etiquetado como: Rituales, sanación

19/05/2011 By Monica 1 comentario

Del blog de Ceci

Ceci y Nico son los papás de Ludmila. Lu vivió durante un tiempo demasiado corto en la barriga de su mamá y permanecerá por siempre en sus corazones.

Ceci y Nico fueron quienes elaboraron el video con fotos de los bebés de muchas mamás de SUA este marzo pasado y que colgamos en el blog aquí.

Han tenido también la sensibilidad de crear este blog del que hoy os hablamos dedicado a su hija Ludmila.

De los muchos posts que hay, he elegido uno que me impactó especialmente.

Sin palabras

Sin palabras

http://yoteesperabayoteespero.blogspot.com/2011/03/sin-palabras-ii.html

Fuente original: http://www.october15th.com/

Publicado en: El arte en el duelo, En otros blogs Etiquetado como: duelo gestacional y perinatal, Hablan los padres, Testimonio

16/05/2011 By Monica 2 comentarios

Del blog “Mimos y teta”: Los “Otros” retratos

La primera vez que me enteré de esta práctica de hacer fotos de cuerpos muertos (incluídos bebés y niños) fue en la película de Alejandro Amenábar “Los Otros”.

Lo que en principio podía parecer una práctica “macabra” me parecio con el tiempo una forma lógica de tener un recuerdo de los seres queridos que nos dejan.

En un mundo en el que las cámaras de fotos y vídeo son algo corriente igual no entendemos la sensación de vacío  que quedaba tras la muerte en una época en la que un retrato era un lujo. Por eso muchas familias invertían en esa última foto que les ayudase a tener un recuerdo material del ser querido.

Los Otros retratos

Podría parecer que hoy en día esta práctica no tiene cabida, ya que como he comentado, todos tenemos posibilidad de hacer fotos y vídeos en cualquier momento. Cuando muere un familiar de seguro tenemos muchos recuerdos en forma de imagen o vídeo de esa persona… pero eso no es así siempre… no en el caso de las muertes de bebés durante la gestación, parto o postparto inmediato.

Si esto nos sucede de seguro a nadie se nos ocurriría “de motu-propio” tomar una foto del cuerpecito de nuestro bebé para recuerdo…

Estamos acostumbrados a “tapar” estos sucesos como si no hubieran ocurrido, y esa idea choca frontalmente con la necesidad tiempo después de un recuerdo de ese ser para nuestro proceso de duelo.

Yo tuve la suerte de que mi querida matrona me mencionara con mucho tacto y delicadeza  esa posibilidad… la de tomar una foto de mi bebé si quería…No sabéis cuánto he agradecido esa conversación y que me mostrara un camino (que podía tomar sólo si quería) que de otro modo hubiera sido imposible tomar después. Y no sabéis cuántas madres me han expresado la pena de no haber visto siquiera a su bebé, unas veces porque ellas pensaban que era mejor así y otras porque todo su  entorno les hizo creer eso mismo. La muerte en esas circunstancias sigue siendo un tema tabú. Afortunadamente cada vez más especialistas en duelo nos aconsejan lo contrario… para despedir al ser que no está antes hay que haberlo visto y reconocido.

Al hilo de esto buscando enlaces sobre el tema de la “Pérdida del bebé” para el blog encontré la ONG “Now I Lay Me Down to Sleep” (Ahora me acuesto a dormir) y he encontrado tanto respeto y cariño en esta labor totalmetne altruísta que he querido compartirlo con vosotros.

Os copio un artículo que he encontrado publicado en español sobre su trabajo y os copio el enlace a otro artículo relacionado de El País: “Retratos para la Eternidad”

Artículo publicado originalmente en MinutoUno.com

Un duelo muy particular: parejas se fotografían con bebés muertos

Se sabe, hay algo que el lenguaje no puede nombrar. Quien pierde un padre es huérfano y quien ya no tiene a su pareja es viuda o viudo. Pero no existe palabra para referirse a los padres a los que se les muere un hijo. Y quienes sufren la muerte de un bebé o se transforman en padres de un nacido muerto no sólo deben atravesar esa experiencia, también deben enfrentar la escasez de recuerdos producto de la poca vida de ese hijo que no fue.

Algunos vuelven del hospital a sus hogares con un mechón de pelo o una imagen tomada de apuro por una enfermera. La iniciativa de “Ahora me acuesto a dormir” (Now I Lay Me Down to Sleep), una ONG de Estados Unidos, les permite contar con fotografías hechas en tener por profesionales para ayudarlos a sobrellevar el duelo.

La organización toma su nombre de un rezo infantil del siglo XVIII y fue fundada en el estado de Colorado en abril de 2005 por dos mujeres. Cheryl Haggard, la madre de un bebé muerto, y Sandy Puc’, una fotógrafa a la que Haggard y su esposo le pidieron que le tomara unas fotos a su hijo luego de que le quitaran el respirador artificial.

Cerca de ellos en el mismo hospital, otro bebé falleció y sus padres se fueron sin imágenes de su hijo. Por eso Haggard comenzó a trabajar para formar un grupo de fotógrafos que pudiera darles a todas las familias lo mismo que ella había tenido.

Ya en julio, “Ahora me acuesto a dormir” tenía unos 350 voluntarios. Dos años después, el número llegaba a los 2500. Y luego de una aparición en la televisión los fotógrafos llegaron a 5000. Ahora la organización se extendió hasta tener presencia en más de 25 países, entre ellos Israel y Sudáfrica.

Sus organizadores buscan amentar permanentemente la cantidad de voluntarios. No quieren que ninguna familia que recurra a ellos se quede sin el recuerdo de su hijo. Hasta ahora, sólo una vez no pudieron cumplir con una solicitud porque no había ningún fotógrafo disponible en la zona del hospital.

El requisito exigido a los voluntarios es que sean profesionales y que estén disponibles para concurrir al hospital enseguida después de recibir el pedido.

La tarea que les toca no es fácil. Las escenas de las que son testigos y deben ayudar a conservar en la memoria están cargadas con el peor de los dolores. Julia MacInnis es una de las voluntarias veteranas de la ONG y una de sus funciones es intentar preparar a los nuevos. La mayoría de los colaboradores son mujeres.

“No vamos a poder ver el color de sus ojos o su sonrisa ni vamos a volver a sentirla tomándonos un dedo. Nuestras fotos son una de las pocas conexiones que tenemos con nuestra hija. No puedo imaginar que haríamos sin ellas”, escribió a una de las voluntarias una madre semanas después de recibir las fotos.

Antes de entrega las fotos a las familias, se las edita digitalmente y por lo general son imágenes en blanco y negro, algo que les da mayor calidad y que ayuda a ocultar la decoloración de la piel de los bebés prematuros. Además, la mayoría de los fotógrafos no toma imágenes de niños con menos de 25 semanas de gestación, aunque algunos hacen excepciones.

Maureen Porto, una voluntaria que realizó nueve sesiones de fotos, contó al Washington Post que algunas de las familias esperan varios días e incluso semanas hasta ver la imágenes. Y recuerda el caso de una que meses después le escribió: “Estaba apenada ese día. ¿Te agradecí lo suficiente?”.

Puedes encontrar este artículo aquí: http://mimosytta.wordpress.com/?s=Los+otros+retratos

Publicado en: El arte en el duelo, En otros blogs Etiquetado como: duelo gestacional y perinatal, Post invitado

11/05/2011 By Monica Deja un comentario

Información sobre duelo en otros blogs

De un tiempo a esta parte muchos blogs de embarazo, parto, postparto, crianza… incluyen entre los temas que tocan en sus artículos el que nos ocupa: el duelo gestacional y perinatal.

Hace 6 años, acabábamos de abrir el foro Superando un aborto. M. Àngels Claramunt y yo, que nos habíamos conocido a través de la asociación El parto es nuestro, tuvimos ocasión de conocernos en persona en el congreso de Fedalma que aquel año se celebró en Lleida. En aquel tiempo ya llevábamos unos pocos meses en marcha, comenzábamos a aprender cosas sobre el duelo, éramos esponjas captando toda la información que nos llegaba. Hablábamos mucho, sacábamos conclusiones que, si bien hoy se dan por sabidas, entonces nos parecían un gran descubrimiento. En las ponencias del congreso se hablaba mucho del ciclo psico-sexual-emocional de la mujer en el que como en un continuum se incluían embarazo, parto, puerperio, lactancia, crianza… Y nosotras veíamos TAN CLARO que las pérdidas gestacionales y perinatales formaban parte de ese continuum… Éramos dos locas soñando algo utópico que mira por dónde se está cumpliendo en la actualidad.

Las pérdidas en embarazo y parto son noticia bloguera de rabiosa actualidad y queremos ir presentando (y enlazando) en los que se habla de ello ya sea de forma exclusiva o junto a otros de manera normalizada y cotidiana.

Dedico este sueño cumplido a mi compañera-amiga-hermana M. Àngels Claramunt

Mónica Alvarez

Publicado en: En otros blogs Etiquetado como: duelo gestacional y perinatal, sanación

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